"No debemos ser derrotistas. León tiene problemas, pero también posibilidades"

Entrevista al presidente de la Cámara de Comercio, Javier Vega

David Rubio / Alfonso Martínez
24/04/2022
 Actualizado a 24/04/2022
El presidente de la Cámara de Comercio, Javier Vega, durante la entrevista. | MAURICIO PEÑA
El presidente de la Cámara de Comercio, Javier Vega, durante la entrevista. | MAURICIO PEÑA
Se va a cumplir un lustro desde que es presidente de la Cámara de Comercio y está listo para iniciar un nuevo mandato. Las elecciones están convocadas el 19 de mayo, pero no llegarán a celebrarse, ya que se han presentado solo 36 candidaturas para ocupar las 36 vocalías que conformarán el pleno de la entidad cameral. Serán sus integrantes los que ratifiquen la reelección de Javier Vega como presidente para una etapa marcada por la continuidad y la unidad empresarial lograda ya en el mandato que ahora expira. «Hemos hecho mucho, pero también quedan cosas pendientes y todas las empresas están perfectamente representadas. Está la Fele, está el CEL, está el comercio… Estamos todos», explica antes de hacer balance y marcar los retos de futuro.

– Cogió las riendas de la Cámara de Comercio en un momento de recuperación económica tras la grave crisis que se había iniciado en 2008. ¿Qué valoración hace de estos cinco años?
– Soy el presidente. ¿Qué voy a decir? Que el balance es muy bueno. Hemos tenido una faena muy gorda con motivo de la pandemia. Pero eso no ha evitado que presentemos unos resultados económicos buenos, pero también lo son en el ámbito de la formación, de actos sociales, de unificar el sector comercio y de desarrollar actividades relacionadas con nuestras obligaciones. Es cierto que nos quedan cosas por hacer. Tenemos que profundizar más en el comercio internacional. Tenemos que darle más visualización a la labor que podemos hacer en materia de comercio exterior. Lo estamos haciendo, pero quizá las empresas no sepan todo lo que podemos hacer en esta materia. También nos queda por hacer algo importante, que es el tema de la mediación. Hay cámaras que ya lo están haciendo. La mediación es un instrumento que libera a los juzgados de determinados temas que pueden ser solventados mucho más rápido y con mucho menos coste. Tenemos mediadores, pero no lo hemos puesto aún en funcionamiento. Queremos hacerlo en este mandato. Y también debemos impulsar lo que ya hemos iniciado. La oficina 'Acelera Pyme', que se centra en la digitalización de las empresas y la oficina de subvenciones. La verdad es que están funcionando como tiros. No dan abasto las dos personas que hemos contratado para atenderlas y el número de empresas y autónomos y empresas que se han atendido es sorprendente. ¿Qué queremos? Que no se pierda ni una sola subvención en León. Lo tocamos todo, desde los fondos europeos, que es lo que más suena ahora, hasta una subvención del Ayuntamiento, de la Diputación o de la Junta. Probablemente haya que meter a más gente a trabajar para esa oficina, porque tiene mucha actividad. Probablemente nos cueste dinero, pero damos un servicio a la empresa que creo que es fundamental.

– ¿Cómo ha afectado la pandemia al funcionamiento de la Cámara de Comercio y de las empresas de León?
– Nos ha afectado como a todos. Nosotros representamos a empresas y les prestamos servicios. Las empresas han salido muy dañadas de la pandemia. Pese a ello, nosotros hemos seguido formando a jóvenes y dando cursos y charlas en empresas. Al final, los webinar se han convertido en un mecanismo habitual para la representatividad en todos los ámbitos, el empresarial, el sindical, el institucional… Nos hemos hecho amigos de los webinar, aunque ahora estamos volviendo a la presencialidad en la medida de lo posible, porque al final la cercanía es importante y tienen que convivir los dos modelos, el plasma y el presencial.

– ¿Ha sido muy grave la debacle de las empresas? Se hablaba al inicio de la pandemia de una recuperación en forma de 'uve'. ¿Se ha conseguido?
– En algunos casos se ha conseguido parte de esa recuperación, pero no del todo. En la hostelería parece que estamos todos encantados porque ha habido una Semana Santa fantástica. Pero claro, es una semana. Llevábamos dos años de sequía casi total y para que las empresas de hostelería recuperen… Y lo mismo en el comercio. Ha habido momentos razonablemente buenos y ha habido iniciativas de apoyo de la mano de ayuntamientos como el de León. La segunda tanda de bonos al consumo que sacamos con el apoyo también de la Junta fue un espaldarazo para el sector. Se puso en circulación un montón de dinero. En la primera tanda fueron dos millones de euros y en la segunda 1,2. Para León ha sido importante, funcionaron de maravilla y vamos a sacar otra tanda. ¿Eso ha estado bien para el comercio? Sí, pero venimos de una sequía tremenda salvo en la alimentación y poco más. ¿Tenemos que estar contentos por cómo se ha producido la recuperación? Claro. Después de estar muertos, todo lo que nos permita respirar es bueno, pero no estamos llegando a donde deberíamos. Las empresas han sufrido mucho y siguen sufriendo mucho. Parece que alguien está moviendo los hilos para que, después de la crisis de 2008, cuando ya parecía que empezábamos a respirar, llegó la pandemia y ahora tenemos la guerra de Ucrania y el problema de las energías. Parece que alguien mueve los hilos para que no seamos capaces de salir adelante.

Hagamos Torneros para las empresas que vengan en un lustro, pero ofrezcamos a las de ahora el suelo que ya hay– En cuanto a las reivindicaciones que la Cámara de Comercio puede hacer a las administraciones, lo cierto es que la lista de proyectos pendientes en la provincia sigue siendo la misma de hace años. Estamos viendo la enésima polémica sobre la Mesa por León y tenemos nuevas movilizaciones sindicales el 12 de mayo por el futuro de la provincia. ¿Qué les piden a las administraciones?
– La Cámara de Comercio tiene unas obligaciones por decreto que se centran en la formación y en favorecer que la gente encuentre un puesto de trabajo con iniciativas como la Feria de Empleo. No somos reivindicativos como tal y no participamos del diálogo social ni de la negociación colectiva. Pero eso no quiere decir que no tengamos nuestros propios diagnósticos sobre lo que les pasa a las empresas leonesas y sobre cuáles son sus problemas. Claro que los tenemos. Hay un problema de energía muy gordo. Tenemos un problema de materiales y de materias primas muy importante. Refiriéndome en este caso a mi vida profesional, estamos viviendo un drama en el sector de la construcción pese a que está llamado a ser una de las grandes locomotoras a la hora de reconstruir la economía del país. Y ahora esto se nos está viniendo abajo porque necesitamos revisión de precios en las obras públicas ante el encarecimiento de los materiales. El decreto de la Junta para ponerla en marcha está a punto de aprobarse, pero necesitamos también un control de las energías y una bajada de impuestos. Ese diagnóstico lo tenemos hecho, porque al final no dejamos de ser un punto de encuentro de empresas. Eso no significa que nuestro papel sea salir en una manifestación o secundar un paro. Cada uno hará personalmente lo que estime oportuno, pero nosotros como Cámara de Comercio debemos colaborar con las administraciones para la formación o para ayudar a que las medidas que se tomen sean mejores. Nosotros no estábamos en la Mesa por León.

– También se ha reabierto la polémica por el proyecto de Torneros. ¿Necesita la provincia más suelo industrial?
– Sí, eso no lo dudamos. Hemos hecho un catálogo de suelo industrial que nos lo ha pedido la mayor empresa de comunicación de España preguntándonos si lo tenían en el resto de las provincias de Castilla y León. Solo lo hemos hecho nosotros. Suelo industrial hace falta, pero necesitamos que esté desarrollado. ¿Cuánto va a tardar Torneros? Soy partidario de que se inicie su desarrollo, pero no que le digamos a una empresa que tiene que esperar cinco años para instalarse, sino ofrecerle el resto de suelo que tenemos en Villadangos o en el resto de los polígonos de la provincia. Instálese usted ya. Las empresas que vengan dentro de cinco años también deben tener suelo y por eso hay que desarrollar Torneros, pero debemos priorizar la instalación de las que quieren instalarse ahora en las parcelas que ya tenemos desarrolladas.

– ¿Y qué más puede hacer la Cámara de Comercio a la hora de ayudar a las empresas a que se instalen aquí o a conseguir que crezcan?
– Estamos luchando sobre todo por la información y la formación. Estamos luchando sobre todo por la empresa pequeña. Nosotros podemos aportar cosas a empresas con cien trabajadores, pero se limitan facilitar contactos con las administraciones o avisarles de alguna convocatoria de ayudas. Pero nuestra gran función está en las empresas pequeñas, las que tienen entre cero y diez trabajadores. Tenemos un nicho de información de subvenciones, de formación, de bolsa de empleo… Estamos haciendo también con empresas un poco más grandes formación ad hoc. Tenemos un problema de empleabilidad y de paro, pero hay algo que no casa. Las empresas necesitan trabajadores, no los encuentran y hay mucho paro. Algo no estamos haciendo bien y estamos ofreciendo a las empresas que necesitan trabajadores que les podemos dar nosotros la formación para adaptarse a sus necesidades. Y encima son cursos razonables. Meterles a los jóvenes cursos de 600 o 700 horas supone que muchos no los acaban. Nosotros estamos haciendo cursos de 150 o 200 horas con una formación troncal y lo hacemos ad hoc para determinadas empresas. Lo hemos visto estos días. No era para una empresa concreta, sino una formación general de ayudantes de cocina. Todo el mundo dice que no encuentra trabajadores para sus restaurantes y por eso les hemos formado y algunos ya se han colocado. Eso es una de las cosas más importantes que estamos haciendo, pero también tenemos que ayudar a la gente a vender fuera. La venta por internet no tiene vuelta de hoja. Queremos colaborar con la Asociación Leonesa de Comercio Electrónico para ayudarnos mutuamente a la hora de profesionalizar las empresas a la hora de vender fuera. Pero vemos que sorprendentemente el comercio de proximidad también se está potenciando. Debemos ir de la mano con sus asociaciones para favorecer ese crecimiento. Algunas asociaciones han hecho unos concursos para el Día de la Madre y en iniciativas de ese tipo siempre colaboramos. Todo lo que tenga que ver con el comercio de proximidad, sin olvidarnos de la venta por internet, lo vamos a apoyar. También tenemos que seguir avanzando en la digitalización de las empresas. A las de cien trabajadores no vamos a llegar, porque ya están digitalizadas o tienen los medios para hacerlo, pero para una empresa con tres trabajadores o para un autónomo es fundamental que les ayudemos. Alguien tiene que presentarles la documentación. Hay veces que las subvenciones no se piden por lo farragoso que es hacerlo. Tenemos mucho que hacer y no nos va a dar tiempo a todo, pero tenemos grandes ideas. Queremos seguir con la Feria de Empleo. Hemos hecho seis, una de ellas virtual en época de pandemia, pero tenemos que volver a la presencialidad completa, que los chavales vayan, que dejen sus currículums y que seamos capaces de unir a las empresas y a los parados. Lo podemos conseguir y tenemos ilusión por seguir haciendo cosas.

Los padres quisimos que nuestros hijos estudiasen fuera. Han hecho su vida y es muy difícil que vuelvan– Pero hay jóvenes que se siguen yendo de León. ¿Es por falta de oportunidades o más bien por desconocimiento de las que existen? ¿Se les ofrecen aquí las mismas condiciones laborales que fuera?
– La despoblación es un problema general. Son muy pocas provincias las que ganan habitantes y son siempre las mismas. Sí es cierto que en León hay empresas que son referentes mundiales y que no las conocemos. Antes de la pandemia iniciamos un proceso de acercamiento de esas empresas a la sociedad presentando dos cada cierto tiempo. Tenemos que seguir haciéndolo, porque no se sabe el potencial industrial que tenemos en León. Y de verdad que lo hay, tenemos empresas que son referentes. Los jóvenes se van, porque…. Y voy a abrir un melón complicado, porque es un melón social, no de formación o de empleabilidad. Los padres hemos pretendido que nuestros hijos por alguna razón estudien en Madrid, Barcelona, Valencia o Bilbao. Les hemos empujado y, una vez que se van, la vuelta es complicada para ellos, porque hacen su vida allí. Se van de casa con 18 años, hacen su vida, se casan y ya es difícil que vuelvan. Yo tengo dos hijos. Uno volvió, trabaja aquí y está feliz. Pero mi hija está fuera y es feliz también. Los dos estudiaron fuera y el regreso del 50% a mí me parece mucho y no se está produciendo en muchas familias. Esta semana han venido los sindicatos a explicarnos los motivos de la movilización del 12 de mayo y yo les decía que tenemos un problema educacional que vamos a tardar más de una generación, yo diría incluso dos, en darle la vuelta. Hay determinados trabajos que nadie quiere hacer en León. Hay determinados trabajos que no son de segunda categoría. Parece que de primera solo son los empleos vinculados a las licenciaturas universitarias.

– Parece por tanto que es un problema de mentalidad, de pensar que irse significa triunfar y quedarse es fracasar…
– Claro, pero ha sido más el empujón de los padres. Igual no es correcto decirlo, pero yo lo siento así. Yo estudié en León y no tenía ninguna opción de salir fuera. Lo primero que yo me planteo con las primeras mil pesetas que gano trabajando es que, si un día tengo hijos y quieren estudiar fuera, que puedan hacerlo. Los dos lo hicieron. ¿Acerté? No lo sé, porque podrían haber estudiado aquí perfectamente y tener un trabajo exactamente igual que ahora. Afortunadamente los dos trabajan y están contentos, pero esto les ha pasado a muchos padres. Hemos querido que vayan fuera a estudiar e igual el problema es más de padres que de hijos.

– Pero también hay algunos jóvenes que se quedan y deciden montar su propia empresa para no hacer las maletas. Un grupo de amigos y jóvenes empresarios nos pide que les dé algún consejo para consolidar sus proyectos…
– Hay que decirles que tienen muchas opciones, que León es una provincia viva, que León tiene oportunidades, que León está llamada a ser, y ahí tenemos que luchar todos juntos, un punto neurálgico en el tema de la logística y en el sector farmacéutico o en el siderometalúrgico. Tenemos empresas muy importantes que pueden servirles de ejemplo. Eso es lo que hay que decirles, que sigamos luchando y que no seamos derrotistas, que vamos a por ello, que tenemos posibilidades de conseguirlo. Que el comercio de León es bueno. Que la hostelería de León es buena. Que el mundo agro de León, que tenemos que luchar por él, es un sector fantástico. ¿Qué más les podemos a decir? Que vengan a la Cámara de Comercio, que les ayudamos a lo que necesiten y encima no cobramos. Es nuestra obligación. Las posibilidades de León son muchas. ¿Hay más en Madrid? Seguramente, pero también hay muchísima más competencia. Cada uno tiene lo suyo y llamo a no ser derrotistas. León tiene problemas, los sectores productivos tienen problemas, pero no podemos ser derrotistas en cuanto a lo que transmitimos. Hay veces que no nos gusta ni que nos den gambas. Hombre, unas gambas de tapa… Y ponemos mala cara, pero en muchísimas ciudades no te dan nada y hay veces que tiramos por tierra nuestras posibilidades y somos demasiado derrotistas con nosotros mismos. Tenemos posibilidades y debemos luchar para que el Corredor Atlántico se haga sí o sí en el eje del noroeste. Para nosotros es fundamental, como lo es que el polígono de Villadangos se amplíe o que la plataforma intermodal de Torneros se empiece a desarrollar. Tenemos que luchar todos juntos para conseguirlo y sin ser derrotistas, pidiéndolo donde corresponde, que es en las administraciones. Reivindicamos, pero también hacemos propuestas. Debemos ser un poco proactivos y no esperar siempre. Lo bueno es gente como ese grupo de amigos, a algunos de los cuales también conozco, que se han instalado y quieren seguir aquí con sus empresas. Y aquí estamos para ayudarles.
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