Más de quince días incomunicado

Ángel Melcón tiene 84 años y vive solo en una pequeña pedanía de Omaña, en la localidad de Santibáñez de la Lomba (Riello). Ahora, vive también aislado desde que una avería le dejase sin teléfono fijo vía satéliteel pasado 1 de febrero. Su situación de salud, con un marcapasos y teleasistencia de Cruz Roja, le hace aún más vulnerable al tener el servicio de telefonía fija.

Su hija, trabaja y reside en León, y se siente totalmente impotente ante esta situación. La situación de su padre –con marcapasos- le impide utilizar un móvil, "y probablemente no sabría hacerlo", apunta. Normalmente, llama a su padre "hasta tres veces al día", pero desde el 1 de febrero, no puede hacerlo. Está totalmente incomunicado. No hacer ni recibir llamadas desde hace más de dos semanas. Para intentar tranquilizarse y paliar un poco la situación, opta por llamar algún vecino para saber si le han visto, o si está bien, pero ésta no es solución ninguna. "Imagina que tropieza y se cae, y no lo encuentra nadie, moriría congelado a la intemperie".

Todo se remonta al pasado 1 de febrero cuando una subida de tensión "quemó" una de las piezas que conecta el teléfono fijo a la luz. Tras constantes llamadas por fin llegó la visita de un técnico. Fue el día 4 de febrero, y se solucionó el problema de otras viviendas de la localidad, pero no pudo ser en la casa de Ángel. Faltaba una pieza. La pieza de la discordia, que en teoría iban a buscar a León y a reponer, nunca llegó. Ni hay en León, ni en Castilla y León, ni parecen encontrarla. Lo que si hacen es cobrarle todos los meses 28 euros, "a pesar de que no realiza ninguna llamada".

El caso de Ángel no es un caso aislado. Frecuentemente los vecinos del medio rural leonés, sobre todo los que residen en zonas de montaña, ven como servicios básicos pierden calidad o, simplemente, dejan de funcionar. La telefonía móvil es uno de los principales problemas: nevadas o temporales de viento que provocan a verías que tardan días en ser arregladas. Eso, en el caso de que la telefonía móvil llegue, ya que sigue habiendo zonas donde se escucha constantemente "apagado o fuera de cobertura". Los fallos en los servicios de telefonía móvil y fija se suman también a los de internet. A algunas zonas no llega la línea, y para tener conexión es necesario recurrir a parabólicas vía satélite. No solo las comunicaciones afectan al medio rural, también algo tan sencillo como la televisión. Imposibilidad total de recibir todos los canales existentes no porque no hayan puesto antenas ni receptores, sino porque viven en una zona denominadacomo ‘sombra’. En pleno año 2017 la brecha en el medio rural deja bien claro que sigue habiendo ciudadanos de primera, y ciudadanos de segunda.