Más de media docena de incendios asolan la comarca

Media docena de incendios se hicieron con la comarca ayer, cuando al de Médulas iniciado el día anterior y controlado, aún en perimetración, se unían los tres en la zona de Fabero, uno intencionado y reproducido, otro en Otero de Naraguantes extinguido y un tercero en Fontoria.La alcaldesa de la localidad, Mari Paz Martínez lamentaba los focos, alguno de ellos reiterado y solicita la colaboración ciudadana para poner coto a los incendiarios, puesto que ponen en jaque, no solo zonas de alto interés forestal, sino también poblaciones en las que viven mayores.
Y, es que, uno de los focos, entre Lillo y Otero, se quedó cerca de las viviendas. Otro, entre Bárcena y Fabero, acumula conatos apagados.Hasta cinco veces han intentado encenderlo.

En Riego de Ambrós, en Molinaseca, también hubo un incendio, ya extinguido y perimetrado. El fuego calcinó 0,12 hectáreas de terreno forestal -escobas y pastos-.Vega de Espinareda también fue pasto de las llamas en la tarde de ayer. Pero el de más relevancia, por tocar, de nuevo, a un espacio natural protegido, fue el de Médulas, aún en perimetración. Hasta cuatro helicópteros han intentado atajar su recorrido, con siete cuadrillas de tierra y dos autobombas. El alcalde de Carucedo, localidad afectada por el fuego, Alfonso Fernández, aprovechó para pedir más protección para un paraje Patrimonio de la Humanidad y que cada año se ve afectado por la intención de los incendiarios.En esa zona ya se intentó iniciar un fuego hace 15 días y el año pasado tuvo cuatro conatos, algo que le hace pensar al regidor que en cualquier momento puede acabar con un incendio de grandes dimensiones.

A su petición se sumó el presidente del Consejo Comarcal, Gerardo Álvarez Courel que pide a la Junta que active el Plan de Adecuación y Usos de las Médulas con el fin de establecer esa protección lo antes posible.
Álvarez Courel considera que sería la manera de activar brigadas especiales que mantengan limpia y desbrozada la zona y que la protejan durante el verano o incluso a lo largo de todo el año, preservando también la economía de la castañicultura.

Es un reproche a la tardanza de la Junta de Castilla y León en desarrollar un Plan con el que se ordenaría un espacio que peca de tener demasiados gestores sin definir las competencias de cada uno de ellos.

El último susto se produjo en Ponferrada, en un solar de hierba seca, a las puertas del Hospital de la Reina, donde el fuego comenzó muy cerca de las casas. Tres camiones de bomberos sofocaron el fuego en cuestión de minutos, frente a un numeroso público que esperaba que las llamas no se propagaran hacia las viviendas.