Manos para embalar la ayuda a Ucrania

Voluntarios leoneses, ucranianos y algún refugiado califican y empaquetan toneladas de ayuda humanitaria en un almacén de Transleyca, desde donde saldrá un convoy solidario

Cristina Centeno
18/03/2022
 Actualizado a 18/03/2022
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Sacos de dormir, mantas, edredones, palés con litros de leche, conservas, kilos de arroz, pañales, artículos de higiene o tiritas y toda clase de material sanitario. Una de las naves de la empresa leonesa Transleyca recoge la ingente cantidad de ayuda humanitaria que llega de toda la provincia para viajar a Ucrania y proteger a quienes huyen de la guerra. Son ya más de tres millones las personas que han dejado el país desde que comenzara la invasión rusa, algunas de las cuales han recalado también en territorio leonés.

La recién creada Asociación de Amigos Leoneses y Ucranianos Damnificados (AALUD León) es la encargada de canalizar toda esta oleada de solidaridad, que llega a diferentes puntos de recogida y está siendo «increíble», reconoce su presidente, Olga Maslovska. Ella lleva varios años en León y se ha puesto al frente de esta organización, que surgió de la unión de los ucranianos que residen en la provincia cuando estalló la guerra. El primer día fue un grupo de Whatsapp y hoy ya están constituidos formalmente como asociación.

Pido voluntarios que vengan a Transleyca, vamos a necesitar manos que nos ayuden a clasificar todo Cuando comenzó la oleada de ayuda humanitaria, Olga recibió la llamada de Mar Casas, responsable de Transleyca, ofreciendo una nave para almacenar la solidaridad y un camión con el que llegar a Ucrania. «Al principio pensábamos que para qué íbamos a necesitar tanto», reconoce la presidenta de AALUD León. Pero la respuesta está siendo «increíble no, lo siguiente», y día tras día el almacén se va llenando de alimentos y productos de primera necesidad que llegarán próximamente a su país natal. Tal está siendo el volumen que prevén cargar entre tres y cinco camiones y otras empresas leonesas, junto a muchos particulares, se han unido a la iniciativa aportando también vehículos que viajarán en caravana desde León hasta la frontera con Eslovaquia. «Recibimos cosas de pueblos pequeños y los ayuntamientos nos dicen que nunca habían tenido una recogida así, con tanto volumen, estamos en shock», asegura Olga.

El material llega a las instalaciones de Transleyca y, una vez allí, un equipo de voluntarios se encargan de clasificarlo y empaquetarlo para que llegue a su destino en las mejores condiciones. Están de 8:00 de la mañana a 18:00 horas de la tarde en horario ininterrumpido y necesitan manos para colaborar con una tarea que «lleva mucho tiempo». «Cuando nunca has hecho esto no sabes cómo funciona, te dicen que las cosas que más pesan tienen que estar abajo del palé, las que menos arriba y la forma de colocarlo todo», explica Olga.

El pasado sábado llegaron a ser hasta un centenar de voluntarios. Hay ucranianos que viven en la provincia pero también leoneses y «ya han venido algunos refugiados que quieren ayudar». Entre ellos se encuentra su propia hermana, que llegó hace más de una semana de Ucrania y se afana en llenar cajas y escribir en su idioma qué va en cada una de ellas. Está «agradecida» por la «colaboración y ayuda» de la provincia, cuenta a través de su hermana, que ejerce de traductora.

En los próximos días saldrá un convoy cargado de ayuda leonesa hacia la frontera de Eslovaquia con Ucrania  José Vidal es uno de los encargados de coordinar todo el operativo. Se involucró desde el principio con el movimiento porque su mujer es ucraniana y tienen familiares y amigos allí. Es de Jersón y «la cosa está muy difícil» allí, con la ciudad asediada por las tropas rusas y en muchas ocasiones sin comunicación. Desde León, él colabora organizando «todo lo que es envasar, poner en cajas, hacer los palés y coordinar un poco todo lo que nos está trayendo la gente, hay muchísima ayuda», asegura mostrando cómo cada día crece el volumen de material almacenado. «Ya tenemos para llenar varios camiones y estamos clasificando y empaquetando para que todo vaya en condiciones, lo ponemos en español y en ucraniano para que cuando llegue allí sepan lo que es», explica. «José es quien está gestionando todo porque una persona tiene que dirigir a toda la gente que viene para que sepan lo que tienen que hacer, en qué caja va cada cosa...», apoya Olga agradeciendo también las nociones básicas que les han dado desde Transleyca para poder organizarse.

El primer convoy cargado de ayuda leonesa saldrá de León en los próximos días –este jueves todavía no había fijado la fecha exacta– y «los leoneses van a poder ver cómo cada calcetín y cada galleta que han dado llega a donde tiene que llegar», confirma Olga. Partirán desde la provincia hasta la frontera eslovaca de forma directa y allí trasladarán parte de la carga a «camiones de voluntarios ucranianos» que serán los que entrarán en el país.

Pero la ayuda de León no acabará ahí. «La guerra no se va a parar mañana así que evidentemente seguiremos trabajando hasta ver a dónde podemos llegar con la ayuda de todos los leoneses», celebra José Vidal.

Mensajes de ánimo de los más pequeños junto a la ayuda

Junto a los papeles de la asociación, José Vidal guarda con mimo en una carpeta tres cartas que se encontraron al abrir las cajas cargadas de solidaridad de los leoneses para el pueblo ucraniano. Junto a la comida, la ropa de abrigo o el material sanitario llegan mensajes de ánimo protagonizados por los más pequeños de la casa que quieren enviar su aliento a las personas que huyen de la guerra. Es «muy emocionante» para todos los que abren los paquetes de ayuda humanitaria encontrarse con esas palabras. Mensajes como «no a la guerra» escritos sobre banderas de Ucrania que muestran la concienciación que tienen niños y niñas de la provincia en el rechazo al conflicto.
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