Los operarios contratados para el cierre de HVL se niegan a trabajar

A primera hora de la mañana de este jueves se conocía que los trabajadores de la empresa Carbones Román SL, encargada del desmantelamiento de las explotaciones de interior de la Hullera Vasco-Leonesa, se negaban a entrar a sus puestos de trabajo. Los operarios realizaban esta medida de protesta tras las últimas denuncias sobre la precariedad laboral para llevar a cabo el cierre ordenado de las explotaciones. Los operarios contratados para el desmantelamiento permanecieron sentados y en el cuarto de aseo sin entrar al pozo a la espera de que la empresa concrete las condiciones laborales que se pretenden aplicar, ya que inicialmente, se planteó a todos los trabajadores un acuerdo en base al convenio de la minería. Sin embargo fue el propio empresario quien, a continuación, trasladó a la plantilla que el citado convenio se firmaría pero que no llegará a aplicarse, según se informó desde CCOO a través de un comunicado en su página web.

El responsable de Carbones Román ha rehusado explicar los motivos que provocaron  la denuncia de CCOO Es precisamente CCOO quien ha llevado el polémico asunto ante la Inspección de Trabajo, que investigará las «precarias e irregulares» condiciones de los trabajadores del cierre de la Vasco. Según se apunta desde el citado sindicato, entre las medidas que pretende aplicar la empresa Carbones Román SL están el no garantizar los salarios, que quedarían en un mínimo muy reducido, y la aplicación de incentivos de diez euros por tonelada de hierro extraída, en la misma medida no se aplicarían extras y se exigiría que cada minero aportara su propio material de trabajo.

Asimismo recuerdan que el empresario responsable de esta firma, Pedro Román, ha rechazado explicar los motivos que motivaron la denuncia presentada por CCOO ante la sede de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, y advierte de que todos los trabajadores están dados de alta en el régimen especial de la minería. Finalmente, CCOO califica la situación como «muy grave» y ha hecho un llamamiento tanto al empresario como al administrador concursal para que revierta la situación. Sin embargo, señalan que al igual que el empresario el administrador concursal ha decidido mantener silencio.