La reducción del paro recorta en unos 10 millones la factura de las prestaciones

El gasto del Gobierno en la provincia para dar cobertura a los desempleados fue de 142 millones de euros el pasado 2018, frente a los 152 millones del año anterior

Noemí Carpintero
27/08/2019
 Actualizado a 19/09/2019
Oficina de empleo de León en una imagen de archivo. | DANIEL MARTÍN
Oficina de empleo de León en una imagen de archivo. | DANIEL MARTÍN
Las cifras de paro remontan gradualmente en León y se sitúan en 1.551 parados menos en julio que en el mismo del año anterior. Según los datos ofrecidos por el Servicio Público de Empleo Estatal, se pasó de 11.290 parados en julio del año 2009, inicios de la crisis económica española, a 42.759 personas sin empleo en julio del año 2014, un lustro después y en pleno hundimiento económico. La cifra recogida este pasado mes de julio es de 27.714 desempleados en León, frente a los 29.265 de julio de 2018.

El paro, una de las principales consecuencias de la crisis que dio comienzo hace más de una década, va mejorando poco a poco, aunque los expertos aseguran que la precariedad laboral se ha multiplicado.

Otra de las consecuencias de la recuperación del mercado laboral es el gasto en prestaciones por desempleo, una cuenta que, según los datos publicados por la Junta de Castilla y León ascendía a 142 millones de euros en el año 2018 frente a los 152 millones del ejercicio anterior o los 231 millones de 2014, en plena crisis.

La prestación por desempleo es una ayuda económica del Gobierno central  a las personas que han perdido su trabajo de forma involuntaria y se encuentran buscando de forma activa otro puesto de trabajo. Se trata de una ayuda de carácter temporal, ya que el parado debe encontrar un empleo en un plazo relativamente breve.

Existen cuatro tipos de prestaciones por desempleo: la prestación contributiva (aquellas que los perceptores reciben por haber cotizado durante su vida laboral), el subsidio por desempleo (ayuda asistencial para determinados grupos de parados sin recursos), la renta activa de inserción (ayuda de 431 euros al mes para desempleados en situación de necesidad económica y que tienen graves dificultades para acceder de nuevo al mercado de trabajo) y el programa de activación de empleo (programa específico de carácter temporal dirigido a personas desempleadas de larga duración con cargas familiares).

En el año 2017 el Gobierno gastó 10 millones más, un total de 152 millones de euros. Los últimos datos que ofrece la Junta son del año 2014, en plena crisis económica, cuando la cifra alcanzaba los 231 millones, casi 90 millones de euros más que en 2018.

A pesar del crecimiento económico de los últimos cinco años, del aumento de las contrataciones y de los beneficios empresariales, el país sigue todavía inmerso en las consecuencias de la crisis económica que asoló España durante años. Estos resultados se desprenden de los datos del mercado laboral, que todavía están lejos de los niveles marcados antes del estallido de la burbuja inmobiliaria: España alcanzó su pico de empleo en 2007, con 20,7 millones de trabajadores.

El desempleo es inferior al registrado en el mismo periodo en el año anterior, cuando se cerró el mes de julio con 29.265 parados, lo que supone que León tiene en la actualidad 1.551 personas menos en el paro que hace exactamente un año.

Sin embargo no todo son buenas noticias, ya que el aumento de los índices de empleo ha estado directamente vinculado a la precarización laboral y al aumento de contratos a tiempo parcial. Esto supone que existe una gran cantidad de trabajadores que no hacen una jornada laboral completa de ocho horas diarias y, por tanto, su salario es inferior.

Esto ha aumentado el número de los conocidos como 'trabajadores pobres'. Concepto novedoso y surgido directamente con la llegada de la crisis que hace referencia a aquellos trabajadores que, pese a ejercer una profesión, tienen ingresos que caen por debajo de una línea de pobreza y no llegan a fin de mes por la baja retribución que perciben por su trabajo. Al finalizar el año 2018 el número de empleados a tiempo parcial en España era de 2,9 millones, el dato más alto y alarmante de toda la serie histórica.

Por sectores de actividad, los servicios continuaron a la cabeza en número de desempleados en León, ya que en el mes de julio un 66% de la cifra total de desempleados pertenecía al sector servicios. En cuanto a la división por edades y sexos, el grupo más afectado fue el de las mujeres de más de 45 años, con 18.420 leonesas paradas.

En cuanto a las prestaciones por desempleo, los beneficiarios fueron un 53,4% de los parados inscritos como demandantes de trabajo en las oficinas del Sepe. Si lo comparamos con el año anterior, en julio de 2018 se concedieron 12.960 prestaciones por desempleo en León, 1.865 menos que en el pasado mes.

A su vez, 12.889 parados no recibieron prestación por desempleo, bien por no haber trabajado lo suficiente para tener derecho a ella o por haber agotado el tiempo máximo que podían cobrarlas. Esta cifra está directamente relacionada con la precariedad laboral y su alto porcentaje de empleos temporales y tiempo parcial.

El verano está a punto de terminar y en los próximos meses, con el fin de una gran parte de trabajos temporales de la época estival, veremos si las cifran mejoran, como dicen un gran número de expertos y estadísticas, o si la crisis sigue haciendo sombra.
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