La Junta vigilará la calidad del agua de los ríos de La Cabrera

El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, asegura que se evaluará también si las cenizas han afectado a la fauna piscícola

L.N.C.
01/09/2017
 Actualizado a 16/09/2019
En primer término, el consejero Juan Carlos Suárez-Quiñones. | ICAL
En primer término, el consejero Juan Carlos Suárez-Quiñones. | ICAL
El consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta, Juan Carlos Suárez-Quiñones, aseguró este viernes en Palencia que la Junta vigilará los ríos de la provincia de León que fueron afectados por el arrastre cenizas del fuego en la Sierra de la Cabrera y, por tanto, "evaluaremos si se han llevado algún tipo de riqueza piscícola".

En este sentido, recordó que las intensas lluvias contribuyeron, por una parte, a controlar el incendio que sufrió la zona hace unos días aunque, "llegaron en exceso y de forma torrencial", lo que conllevó el consiguiente arrastre de las cenizas y los residuos hacia los ríos. Una situación "inevitable" que se está vigilando en coordinación con la CHD, para analizar las consecuencias.

Las precipitaciones de los últimos días en la zona quemada y las cenizas producidas por el incendio en la Sierra de La Cabrera, con más de 8.000 hectáreas calcinadas en un fuego intencionado, ocasionaron escorrentías de terreno hacia los cursos fluviales contaminando las aguas de algunos ríos y acuíferos.

Cabe recordar que el pasado miércoles, el consejero de Fomento y Medio Ambiente, ya se desplazó hasta Encinedo, donde mantuvo una primera reunión de trabajo con los alcaldes de Encinedo, Truchas y Castrocontrigo y 13 representantes de Juntas Vecinales afectadas por el fuego.

En la reunión Suárez-Quiñones aseguró que hará todo los posible para ayudar a la recuperación de la zona y comprometió el apoyo de la Junta de Castilla y León a la solicitud de la declaración de zona catastrófica de la zona. La Junta tratará de acelerar al máximo la redacción de los informes requeridos para la solicitud y ya mantiene contactos con la Subdelegación del Gobierno para coordinar todos los trabajo burocráticos exigidos.

No obstante, los problemas urgentes pasan por garantizar la salubridad del agua para consumo humano en la zona después de que las captaciones quedarán dañadas tras las lluvias torrenciales que siguieron al incendio. Desde los ayuntamientos se han acelerado los trabajos de sustitución de filtros, tuberías, mangueras, etcétera, y desde la Diputación se mantiene el suministro de agua embotellada para el consumo y para cocinar los alimentos. Además, en la zona también se trabaja para restablecer las comunicaciones dañadas y que los vecinos vuelvan a disponer del servicio de telefonía con total normalidad.
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