La crisis fulmina los ingresos por la construcción en el alfoz

El impuesto del ICIO baja un 77,5% en San Andrés y un 54,1% en Villaquilambre desde el año 2008, pero las licencias volvieron a repuntar el año pasado

Sergio Jorge
25/04/2017
 Actualizado a 18/09/2019
Quizá la grúa de la imagen es la única que se puede apreciar ahora mismo en San Andrés del Rabanedo actualmente. | MAURICIO PEÑA
Quizá la grúa de la imagen es la única que se puede apreciar ahora mismo en San Andrés del Rabanedo actualmente. | MAURICIO PEÑA
El espectacular desarrollo que vivieron los dos principales municipios del área metropolitana de León desde finales de los 90 y principios de la década pasada hizo que San Andrés del Rabanedo y Villaquilambre fueran siempre considerados como dos de los ayuntamientos con más ingresos por la construcción y, también, con más incremento de vecinos durante esos años. Pero la situación cambió radicalmente a partir de 2008. Y no porque estas localidades no fueran capaces de acoger más obra nueva, ya que sus consistorios aprobaron sendos planes generales que preveían ejecutar 9.000 y 15.000 viviendas respectivamente. Por eso, no hay más que ver una panorámica de San Andrés o Villaquilambre para ver que las grúas brillan por su ausencia, pese a que antes era algo muy habitual.

La situación de freno en la construcción lo demuestra el descenso de ingresos que ambos ayuntamientos han sufrido en los últimos años.  El año 2008, el primero en el que la crisis se empezó a notar en todo el país y, por tanto, también en la provincia leonesa, el Ayuntamiento de San Andrés del Rabanedo ingresó 595.592 euros por el Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (Icio) gracias a las 464 licencias que se concedieron, una cifra en la que se incluyen tanto grandes obras (viviendas, derribos, acondicionamientos y naves) como trabajos de menor envergadura.

En 2016 el panorama es completamente diferente, puesto que la reducción ha sido muy preocupante: solo se ingresaron 133.956 euros, es decir, el 77,5% menos. Eso sí, hubo años mucho peores, como 2015, donde solo se recibió por este impuesto un total de 33.084 euros, con el consiguiente problema para las arcas municipales de un Ayuntamiento lastrado por la deuda y atenazado por un plan de ajuste impuesto por el Ministerio de Hacienda. El único dato positivo es que las licencias son más que en 2015, al registrarse 525, aunque solo 24 de obra mayor, según los datos facilitados por el Consistorio presidido por la socialista María Eugenia Gancedo.

El dato es peor si se compara con el año 2009, en el que el Ayuntamiento ingresó 855.440 euros por 514 licencias, una cifra que ahora mismo sería una tabla de salvación para el municipio. La situación en Villaquilambre es igual de negra en cuanto a construcción se refiere, ya que también hay dificultades para ver grúas en el municipio, aunque las cuentas del Ayuntamiento se encuentran más saneadas que en San Andrés del Rabanedo.

En todo 2008, Villaquilambre ingresó 167.954 euros por las 204 licencias que repercutieron en el Icio, pero en 2016 la cifra había caído un 54,1%, ya que solo fueron 77.040 euros. Y eso que se registraron siete licencias más que al inicio de la crisis.

También en este caso, el Consistorio presidido por el popular Manuel García ha tenido años peores, como fue 2011, en el que se ingresaron por este concepto un total de 56.621 euros con solo 162 licencias, lo que hace una idea de la escasa actividad constructiva que desde el inicio de las dificultades económicas ha registrado el municipio.
Con este panorama, parece casi una utopía que San Andrés llegue a los 50.000 vecinos y Villaquilambre a los 43.000 habitantes, tal y como marca sus PGOU si algún día logran desarrollarlos de forma completa.
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