La castaña, ¿nuevo imperio Ortega?

El dueño de Zara pone en marcha una explotación de cien hectáreas en Galicia y la Mesa del Castaño le anima a cultivar en el Bierzo

D. Aldonza
24/01/2016
 Actualizado a 19/09/2019
La cesta y el paraguas, dos utensilios imprescindibles para la recogida de castañas en otoño. | Ical
La cesta y el paraguas, dos utensilios imprescindibles para la recogida de castañas en otoño. | Ical
No es nuevo que Amancio Ortega sea uno de los empresarios más ricos del mundo ni tampoco que las firmas ‘low cost’ del grupo Inditex decidan cómo vestirá la gente de a pie durante la próxima temporada. Pero sí que el hombre más influyente del negocio textil dé el salto al sector agroalimentario a través de la producción de castañas.

Amancio Ortega es el dueño de cientos de propiedades en las zonas más emblemáticas de los principales países del mundo y también de un soto de castañas en el municipio de Sobrado dos Monxes (La Coruña), una zona cercana al centro de operaciones de Inditex. El emprendedor leonés ha invertido 1,2 millones de euros en la sociedad Sobrado Forestal con el objetivo de impulsar un proyecto de producción de castaña autóctona que ha supuesto la compra de un terreno de cien hectáreas en el municipio gallego.

La apertura de este mercado por parte de Ortega ya ha generado las primeras reacciones en el Bierzo. Así, desde la Mesa del Castaño ven con buenos ojos la nueva iniciativa empresarial del dueño de Zara y le animan a que expanda su negocio en la comarca.

«Sería muy positivo que cualquier empresa tuviera una iniciativa de este tipo en el Bierzo porque contribuiría a la especialización del sector y sería una fuente de empleo», afirma el secretario técnico de la Mesa del Castaño, Roberto Rubio.

El experto recuerda que una de las trabas para la profesionalización de la castaña en la comarca es el reducido tamaño de la mayoría de las fincas que, dice, «no permite modernizar las explotaciones». En este sentido, Rubio explica que el futuro de la castañicultura pasa por impulsar explotaciones más grandes que hagan la recogida más rentable y permitan la compra de maquinaria y la aplicación de los productos fitosanitarios adecuados.

«No tiene por qué ser una explotación de cien hectáreas como la de Amancio Ortega y tampoco ser propiedad de un solo empresario», reconoce Rubio que anima a los productores del Bierzo a unirse mediante asociaciones con la meta de revitalizar el cultivo y mejorar la calidad para conseguir mejoras en la comercialización.

Asimismo, desde la Mesa del Castaño apuntan que una iniciativa empresarial como la de Amancio Ortega en el Bierzo sería una pieza clave para afrontar el otro gran reto del sector en la comarca: la falta de empresas transformadoras». Actualmente, hay en el Bierzo 18.000 hectáreas de castaño, la mayoría de reducido tamaño, y se recogieron en la última campaña más de 8.100 toneladas de fruto.
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