El anuncio se produjo en el transcurso de una rueda de prensa en la que el portavoz municipal y concejal de Hacienda, Tomás Gallego, detalló todas y cada una de las partidas de gastos en las que el consistorio ha desembolsado 92.356,01 euros, siendo las facturas más elevadas las de colocación, alquiler y retirada de las balas de paja (14.762,00 euros), organización del evento (18.150,00) y premios, dietas e incentivos a pilotos (13.557,72 euros, de los cuales 4.470,07 son para los premios y trofeos).
Ambuibérica percibió 7.210,00 euros por el plan de prevención y emergencias, mientras que la empresa de seguridad para el circuito cobró 2.983,86 euros y otros 1.916,84 para la vigilancia de la zona de acampada. Cartelería, pancartas y señalización se llevan otros 8.300 euros, aproximadamente, y tanto la dirección de carrera como el comentarista percibieron 864,20 euros cada uno por sus labores.
En cuanto a ingresos, el Ayuntamiento sumó 32.890,00 euros por publicidad exterior, barras en el trazado y en otros puntos de la ciudad, puesto de camisetas y convenio con una editorial para la edición de la revista distribuida entre los ciudadanos y aficionados. Además, a este importe habría que sumar el coste de los servicios proporcionados por hasta seis empresas que proporcionaron materiales o mano de obra sin coste alguno para el consistorio.
Gallego, que agradeció tanto al Moto Club Bañezano su esfuerzo durante más de cincuenta años para organizar el Gran Premio de Velocidad, como a todos los que colaboraron de alguna manera en que «la 57 Carrera de Motos fuera un éxito total, sin precedentes y a pesar de las zancadillas», quiso poner de manifiesto algunos hechos a los que la organización tuvo que hacer frente «antes, durante y después del evento» que fue seguido a través de youtube por más de 18.000 espectadores y en las calles por 60.000 aficionados.
Sabotaje al wifi
En este sentido, desde el consistorio se denunció el sabotaje a la red wifi en la zona de meta para la transmisión de comunicaciones, los obstáculos puestos por diversas entidades como Cruz Roja, que pretendía cobrar más de 13.000 euros por un servicio que el año pasado percibió 3.600, tal y como desveló La Nueva Crónica, o los mensajes vertidos a través de las redes sociales «para intentar boicotear una carrera» que es «patrimonio de todos los bañezanos», no de una sola entidad.
Todos estos mensajes, llamadas y amenazas procedentes de personas del entorno del Moto Club, según los propios afectados, han sido puestos a disposición de los juzgados para que estos decidan si prospera una querella contra los que intimidaron a pilotos o empresas en fechas previas a la carrera. De hecho, un juzgado de Valencia ya trabaja con algunos expedientes a raíz de una serie de amenazas vertidas a través de las redes sociales «donde se generó confusión para que la gente no viniese a La Bañeza», remarcó Tomás Gallego durante su intervención de ayer ante los medios de comunicación.