La dirección de la empresa había convocado este lunes a la parte social a mantener una nueva reunión para intentar lograr una salida a una negociación que está bloqueada. Tras varias horas "de tensas negociaciones" el desencuentro entre patronal y trabajadores es patente y "todo apunta a que lo que separa aún es mucho más que lo que acerca", según el comité.
El desencuentro entre patronal y trabajadores es patente y "lo que separa aún es más que lo que acerca", explica el comité Por todo ello, las 370 personas (54 mujeres y 316 hombres) que desempeñan su cometido profesional en los 42 centros operativos que hay en estos momentos en la comunidad están llamados a continuar con las movilizaciones iniciadas la semana pasada. En estos días están previstas otras tres jornadas de acción. La primera, que será de huelga total, será mañana martes.
La segunda, el viernes, día en que está previsto otro paro total en el Grupo, además de una manifestación en Valladolid a la que está convocada toda la plantilla, delegados sindicales, familiares y simpatizantes.
El tercer paro será de carácter parcial durante la mañana del próximo sábado, entre las 11:00 y las 14:00 horas. En los días de huelga se celebrarán concentraciones, entre las 09:00 y las 10:00 horas, frente a las puertas de los diferentes centros ITV de Castilla y León.
Peores condiciones
A juicio de CCOO, la dirección de la empresa, "tras varios meses intentando dilatar la negociación, ha provocado un bloqueo en la misma, confirmando lo que ya venía insinuando". Esto es, según explicó el sindicato, "empeorar las condiciones laborales de los trabajadores con un aumento de la jornada anual hasta las 1.800 horas y bajada de salarios de un 12 por ciento. Estas medidas se toman para intentar paliar la bajada de tarifas impuesta por la Junta".
Recuerda el sindicato que a día de hoy "se trabaja más en estos centros, pues el número de inspecciones va creciendo y el incremento de plantilla no lo hace en la misma proporción". A los trabajadores "se les exige permanentemente más, pues cada día se les requiere una mayor formación y cualificación para desempeñar su trabajo, garantizando una calidad y atención de servicio que les hace diferenciarse". En definitiva, se les exige trabajar "más por menos", algo que han anunciado que "no consentirán de ninguna manera".
La dirección de empresa, a día de hoy, mantiene su postura de recortes. Si finalmente se llevan a cabo, "puede peligrar el empleo, la garantía de calidad en el servicio y el propio servicio que hasta ahora se venía prestando". "Esto es muy importante para los empleados, pero también lo será para los usuarios del servicio en la comunidad", sostuvo.
Por último, la plantilla lamentó el posible perjuicio que la huelga pueda ocasionar a los usuarios del servicio, "pero las reivindicaciones son justas y se van a mantener". Por ello, apelaron a la Junta para que reconsidere su postura frente a la medida adoptada y requiera a la empresa "a recuperar el diálogo de cara a la búsqueda conjunta de soluciones que permitan retirar sus pretensiones de recortes".