Gancedo defiende la suspensión de la cabalgata y rechaza las críticas

USE Bierzo critica que la decisión se tomó de forma "precipitada"

D. A.
08/01/2016
 Actualizado a 01/09/2019
Dos niñas durante la recepción con los Reyes Magos en el Toralín, este martes. | César Sánchez (Ical)
Dos niñas durante la recepción con los Reyes Magos en el Toralín, este martes. | César Sánchez (Ical)
El Ayuntamiento de Ponferrada desoye las críticas de los comerciantes ante la decisión de suspender la cabalgata de Reyes este martes, 5 de enero. «Fue una determinación que hubo que tomar sí o sí», defendió este jueves la concejala de Cultura y Fiestas, María Antonia Gancedo, quien aseguró que tomó la decisión asesorada por los bomberos, Protección Civil, voluntarios de Cima y las Ampas.

Gancedo explicó que el Consistorio decidió realizar la recepción con Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente en el pabellón del Toralín porque «todas las previsiones meteorológicas daban lluvia y temperaturas bajas». «La voluntad del Patronato era realizar la cabalgata y, de hecho, viendo que a ratos clareaba un poco, se valoró que llegara hasta Lazúrtegui y allí diera la vuelta y fuera directa al Toralín», afirmó.

Así, la edil defendió que «el ánimo era llevar la ilusión a todos los hogares y sobre todo a los más pequeños». Algo que, a su juicio, se cumplió con la visita de más de 2.000 personas al pabellón del Toralín.

Gancedo recordó, asimismo, que el recinto deportivo carece actualmente de un plan de evacuación. La falta de este documento, dijo, obliga a que no haya más de un centenar de personas sobre la pista por motivos de seguridad. Un hecho que propició que la cola se alargase por el exterior del pabellón. La concejala aprovechó para recordar que el Consistorio ya trabaja en la elaboración de este plan.

Por su parte, Unidad Social de Electores (USE Bierzo) se sumó este jueves al malestar de los comerciantes. Desde la formación que preside el ex alcalde Samuel Folgueral consideran que la suspensión de la cabalgata de Reyes es «la gota que colmó el vaso» de una programación festiva organizada de forma «precipitada».

«La alcaldesa acaparó un protagonismo que no le corresponde a pesar de que a la vez estaba provocando un ostensible enfado entre los comerciantes», denunciaron. Un problema que se suma al descontento con la colocación de los mercadillos que motivó el cierre momentáneo de los puestos de artesanía.

Gancedo rechazó, no obstante, que la cancelación del desfile se hiciese de forma precipitada. «Fue una decisión muy meditada», agregó.
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