Gafas virtuales para reducir el margen de error de los médicos

La compañía Plain Concepts perfila con el País Vasco un sistema que planifica una operación con pruebas que luego se aplican con realidad aumentada

Sergio Jorge
02/07/2018
 Actualizado a 18/09/2019
El director general de Plain Concepts, Pablo Peláez. | DANIEL MARTÍN
El director general de Plain Concepts, Pablo Peláez. | DANIEL MARTÍN
Parece ciencia ficción pero es más real de lo que uno se puede imaginar. La compañía leonesa Plain Concepts está ultimando un sistema que permite planificar cómo realizar una intervención quirúrgica ayudado de la realidad aumentada, y todo ello con gafas virtuales para que el profesional sanitario sea capaz de operar al superponer la imagen con el cuerpo del paciente.

Este proceso permite por tanto que el profesional sanitario tenga las imágenes de un TAC en 4D, lo que posibilita que sea capaz de hacer los cortes que necesite para explorar perfectamente dónde está el problema y dónde hay que actuar exactamente. "Por ejemplo, si hay que hacer una biopsia en el pulmón, primero se hace el TAC virtual", explica el director general de la tecnológica leonesa, Pablo Peláez. De esta forma, el médico sabe en qué punto tiene que intervenir, y con las gafas virtuales puestas, puede ir trazando la operación que quiere hacer. En ese caso, construiría digitalmente "una pajita por donde entraría para luego hacer la biopsia", apunta el máximo responsable de esta compañía con más de 200 empleados.

El siguiente paso es en el que se está trabajando ahora para perfilarlo mucho más: el médico coloca el TAC virtual sobre el propio paciente, y una vez superpuesto, puede intervenir siguiendo lo que antes ha planificado, es decir, sobre ese tubo virtual que previamente ha construido y, por tanto, solo tiene que seguir el camino trazado para hacer lo que buscaba.

La dificultad de este paso está en la posición del paciente, que tiene que ser exactamente la que tenía durante el TAC, por lo que el trabajo ahora se centra en hallar la forma de que la superposición de la imagen en 4D y el propio paciente coincidan sin margen de error.

Se puede elegir así la profundidad, el corte, la angulación, la inclinación... todos los aspectos vitales se pueden ‘dibujar’ previamente para después, sobre el paciente, actuar siguiendo el patrón previsto con el TAC en cuatro dimensiones y que se superpone con el cuerpo.

"Pero este proyecto puede ir más allá, ya que lo que se podría conseguir es que con inteligencia artificial, el sistema te dijera cuál es el mejor ‘camino’ para cada intervención", apunta Peláez. Así, el médico sabría por dónde hacer esa biopsia sin que afectara a ningún órgano comprometido, ya que se podrían incluir parámetros necesarios para discernir la diferencia entre unos tejidos y otros con el fin de no fallar ni perjudicar al enfermo.

Las posibilidades son por tanto muy grandes con este proyecto, aunque para desarrollar esta última línea hay varias dificultades. La primera es la financiación, ya que se trata de una iniciativa de la Osakidetza, la Sanidad del gobierno vasco, que pretende seguir con esta metodología que ha surgido de unos profesionales del Hospital de Vitoria. Pero también hay que tener en cuenta que para que la inteligencia artificial sea efectiva se necesitan "mínimo, mínimo, mínimo 10.000 pruebas", enfatiza Peláez, para que así luego el sistema pueda aprender y empezar a dictar las mejores fórmulas para operar.

Este proyecto es solo uno de los cerca de un millar que Plain Concepts ha desarrollado desde que naciera en 2006, lo que le permite tener actualmente unos 210 empleados, muchos de ellos trabajando en remoto. Aunque la sede oficial está en León, la compañía tiene oficinas en Barcelona, Bilbao, Madrid, Sevilla, Dubai, Londres y Seattle, y además ha logrado 12 premios por ser la mejor ‘partner’ de Microsoft, uno de sus clientes más conocidos, aunque también ha creado otros trabajos para compañías multinacionales de todo tipo o gobiernos de todo el mundo.
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