Esposadas, tranquilas y con nuevo ‘look’

Montserrat y Triana acudieron este jueves a la sala de lo Penal número 1 de León para declarar por la droga hallada en casa de Triana

I.H.
01/10/2015
 Actualizado a 12/09/2019
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A las 10 y un minuto, con una puntualidad inususal en los juzgados de Sáenz de Miera, se abría la puerta de la sala de lo Penal número 1 de León anunciando ‘vista pública’. Una vez ubicados en el reducido espacio, entraban las dos acusadas: Montserrat y Triana, con las muñecas esposadas y aspecto tranquilo. Lo hacían por una puerta interior, discreta, la que va directa a la sala desde las entrañas del juzgado, la que les evita recorrer el pasillo, y acompañadas de agentes de la Policía Nacional. La hija, con una cazadora fucsia, coleta y un pañuelo rosa tratando de ocultar el metal de sus muñecas, presentaba buen aspecto. No tanto la madre, a la que se veía más demacrada, con algún kilo menos y nuevo color de pelo, ha abandonado el moreno para lucir un castaño casi rubio.

Ambas se mostraron dispuestas a declarar y lo hicieron con suma tranquilidad respondiendo a las preguntas del Ministerio Público y de su abogado defensor en una sesión que duró apenas una hora y que quedó vista para sentencia sin que el juez planteara pregunta alguna a las acusadas.

El objetivo del juicio era la droga hallada en casa de Triana durante el registro practicado horas después de la detención de ambas por el crimen de Isabel Carrasco. Una pieza abierta de forma paralela a raíz del hallazgo en la vivienda de más de 600 gramos de marihuana y varias fotografías encontradas en los equipos informáticos intervenidos de madre e hija junto a unas plantas de cannabis que tenían en Carrizo de la Ribera, en casa de la madre y abuela de éstas.

Una vez más, Triana mostró su imagen más infantil refiriéndose en todo momento a su madre como ‘mamá’.
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