El sector minero advierte: “No nos están escuchando y estamos desesperados”

Cientos de personas participaron este miércoles en una concentración y una marcha nocturna que partió de la explanada de la Junta

Rosa Álvarez
21/05/2015
 Actualizado a 08/09/2019
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"Movilizaremos a la gente ante la propia inmovilidad del Gobierno". Esta frase, pronunciada por Sócrates Fernández, delegado de Comisiones Obreras en la Hullera Vasco Leonesa, resume el sentir actual de los trabajadores del carbón, que buscan soluciones para un sector que agoniza. Con una concentración y una marcha nocturna, que partió pasadas las 21:30 horas de este jueves de la explanada de la Junta, los trabajadores de la mina –que reunieron a varios centenares de personas bajo el lema ‘Salvamos las minas, salvemos los puestos de trabajo'– buscaron alzar su protesta y reivindicar los que son sus principales objetivos: "El cumplimiento del plan del carbón y de la normativa que permita la entrada del carbón nacional en las térmicas y que dé estabilidad al sector", recordó el secretario provincial de Industrias Extractivas de CCOO en León, Omar García.

Mientras esto no ocurra, las movilizaciones seguirán en pie. "No nos están escuchando y estamos desesperados», lamentó García, quien apuntó que si no se pone remedio «este va a ser un conflicto de largo recorrido" y en el que entren en juego "movilizaciones más contundentes y más radicales" que las que se han visto hasta el momento. Este viernes la protesta se trasladará a Madrid, a la sede del Ministerio de Industria, y en los próximos días las organizaciones sindicales mantendrán una reunión en la que se acordará cuáles van a ser los siguientes pasos a dar. "Estamos valorando la posibilidad de convocar otra huelga el día 28 y posiblemente otra concentración o manifestación. Barajamos varias opciones que ya iremos contando", resumió.

La marcha nocturna, en la que los trabajadores vistieron el casco y el mono de trabajo finalizó frente al edificio Botines, donde se leyó un manifiesto consensuado por los convocantes. El encargado de la lectura fue el pintor Manolo Sierra, elegido por considerar que se trata de una persona "neutra, que no pertenece a ningún sindicato y comprometida con el sector a nivel individual".
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