Las conclusiones se centran en los diez bloques temáticos del programa: Nivel de la educación financiera; Didáctica y metodología; Efectos de los programas de educación financiera; Buenas prácticas en los programas; Toma de decisiones. La psicología de las decisiones financieras; Educación financiera y emprendimiento; Análisis económico de la eficacia de los proyectos; Conocimientos económico-financieros en el sistema educativo. Experiencia internacional; La educación financiera ante el reto de la digitalización, e Inclusión financiera, y en la mesa redonda sobre educación financiera y los medios de comunicación
El Congreso, patrocinado por la Fundación de las Cajas de Ahorro (Funcas), reunió a casi 400 personas, lo que evidencia el interés por la educación financiera. Del total de participantes, unos 250 fueron asistentes al Congreso, más de 60 intervinieron como ponentes y moderadores, y más de 70 acudieron a las actividades complementarias.
Punto de encuentro
El Congreso sirvió como punto de encuentro de los principales agentes implicados en la educación financiera para abordar cuestiones como los retos a los que esta disciplina debe enfrentarse, las posibles actuaciones a llevar a cabo para potenciarla o la eficacia de los programas formativos existentes.
En cuanto a ‘El nivel de conocimientos financieros de la población española tras la crisis financiera: visión de conjunto’, las conclusiones constatan las dificultades de la población española para responder a cuestiones económicas y financieras básicas. “Las entidades financieras podrían tratar de coordinar sus esfuerzos en materia de educación financiera con las autoridades públicas, así como con agrupaciones de carácter privado, como las asociaciones de consumidores y usuarios”, resumen.
Respecto a la segunda sesión, ‘Transmitiendo conocimientos de índole financiera: metodología, estímulos al aprendizaje y áreas de mejora’, se aprecia una cierta falta de conocimiento en la población sobre aspectos básicos relacionados con la educación financiera. Estas lagunas podrían ser mitigadas con la aplicación de enfoques metodológicos apropiados, aunque, dada la saturación de los currículos escolares, debe reflexionarse detenidamente sobre cómo se lleva la educación financiera a la escuela.
Combinar alianzas
En cuanto a la tercera, ‘Midiendo el retorno económico para la sociedad de un proyecto de educación financiera: principales variables a tener en cuenta’, el conocimiento financiero ejerce una influencia positiva en la disminución de la desigualdad de la renta y en el estímulo del desarrollo económico. Y respecto a la cuarta sesión, ‘Una buena manera de transmitir conocimientos financieros: ideas y enseñanzas de los principales actores en buenas prácticas de educación financiera’, apuntan que resulta conveniente combinar, mediante alianzas, la participación en programas de educación financiera de las entidades financieras con la de otros agentes sociales e institucionales.
De la quinta sesión (‘¿Es condición suficiente tener un elevado conocimiento de cuestiones financieras para tomar una buena decisión financiera?: conocimientos financieros, sesgos cognitivos e influencia del entorno’) se concluye que un mayor conocimiento financiero puede contrarrestar la influencia de los sesgos por limitaciones cognitivas y de fuente emocional, a pesar del mayor esfuerzo mental que ello implica para quien deba adoptar la decisión.
En cuanto a la sexta (‘¿Tienen las personas con un mayor grado de conocimientos financieros más posibilidades de emprender con éxito?’), se desprende que el conocimiento financiero representa un intangible que permite a las empresas conseguir y mantener ventajas competitivas sostenibles a medio y largo plazo. Y de la séptima sesión (‘Cómo medir los retornos en la población de un proyecto de educación financiera’) se extrae que los ciudadanos españoles tienden a sobreestimar las propias competencias financieras, lo que puede originar que no evalúen suficientemente las ofertas de los proveedores de servicios financieros.
En la octava sesión (‘Los conocimientos económico-financieros en los currículos educativos: cómo y cuándo comenzar a impartirlos. Experiencia internacional comparada’) se debatió cómo la omisión del estudio de materias financieras puede afectar al proceso de formación de profesionales relacionados con el sector económico o, incluso, ajenos a él. Y en la novena (‘Cómo influye la digitalización en la transmisión de conocimientos financieros: oportunidades y retos’) se concluyó que el campo de la educación financiera debe ampliarse para incluir la digitalización.
Instrumentos financieros sencillos
Por último, la décima sesión (‘La influencia de la educación financiera en la inclusión financiera: ¿causa o consecuencia?’) permitió extraer la conclusión de que la educación financiera, aunque no suficiente, es una condición necesaria para la promoción de instrumentos financieros sencillos, que resultan valiosos para la inclusión financiera y que han demostrado ser resortes de la prosperidad de individuos, familias y comunidades.
Además, la mesa redonda ‘La educación financiera desde el punto de vista de los medios de comunicación’ permitió concluir que los medios de comunicación tienen una influencia estructural como vehículos de la información económica y financiera, de lo que se desprende la necesidad de diferenciar claramente entre hechos, estudios y opiniones.