El lento renacer del Camino Olvidado a Santiago

La reciente creación de la Asociación Leonesa del Camino Olvidado sienta las bases para la definitiva revitalización de este trazado

David Álvarez
12/06/2016
 Actualizado a 15/09/2019
Marca de la Cruz de Santiago en un olivo centenario en la localidad del Bierzo Alto de Labaniego (León), por donde discurre el 'Camino olvidado'. | ICAL
Marca de la Cruz de Santiago en un olivo centenario en la localidad del Bierzo Alto de Labaniego (León), por donde discurre el 'Camino olvidado'. | ICAL
El Camino Olvidado a Santiago lucha por salir del cajón oxidado de la memoria, gracias al impulso de la reciente creación de la Asociación Leonesa del Camino Olvidado, de la que ya forman parte casi una veintena de municipios de la provincia y que se marca como objetivo la revitalización de esta ruta jacobea, alternativa al Camino Francés. Tras un arduo proceso de recuperación que se inició hace más de quince años de la mano de una asociación de amigos del Camino de Vizcaya y que ha logrado reunir la documentación necesaria para el proyecto, este verano se espera la llegada de los primeros peregrinos, con la puesta en marcha de los nuevos albergues en los municipios de Igüeña y Murias de Paredes así como con la mejora en la señalización del recorrido.

La Asociación del Camino Olvidado en León dio sus primeros pasos esta misma semana con una puesta de largo en la sede de la Diputación y el nombramiento del alcalde de Igüeña (León), Alider Presa, como presidente de la misma. Presa recorrió el tramo berciano del Camino para conocer de primera mano las carencias y los puntos fuertes de la ruta a través del territorio. “Estamos en el buen camino, somos 19 municipios de la provincia los que nos hemos adherido a la asociación y tengo el compromiso de palabra de los restantes hasta completar los 25 ayuntamientos por los que transcurre la ruta en León”, explica el presidente de la asociación.

El primer Camino de Santiago


Los orígenes de la ruta son controvertidos y se basan en un supuesto documento histórico, recogido en el libro ‘Vexu Kamin’, de Julián González Prieto. Según el autor, el abad Gundisalvo acompañó a la comitiva del rey García de Pamplona en una peregrinación hacia la tumba del apóstol Santiago en el año 902. A la vuelta de su viaje, el abad cuenta sus andanzas en una carta dirigida al entonces Obispo de León, Froilán, misiva que se convierte en el primer documento que recoge la existencia de un Camino de Santiago. Su trazado discurría más al norte que el actual Camino Francés y por escarpadas sendas de montaña para evitar que los peregrinos cristianos se topasen con las huestes musulmanas que en esa época ocupaban prácticamente toda la península.Este trazado es al menos dos siglos anterior al del Camino Francés, popularizado a partir del siglo XII por la publicación del 'Códice Calixtino'. “Conforme avanza la Reconquista, los árabes fueron retrocediendo hacia el sur y el Camino se fue desplazando hacia pasos más cómodos”, explica Presa, que recuerda que es un trazado muy duro para recorrerlo durante los meses de invierno. “Por eso planteamos una ruta que esté operativa desde el inicio de la primavera hasta el mes de octubre”, añade.La ruta original del Camino Olvidado nace en Bilbao y transita la vertiente sur de la cordillera Cantábrica, siguiendo el recorrido de las antiguas calzadas romanas durante cerca de 650 kilómetros hasta llegar a Santiago, aunque su trazado histórico se une a la altura de Villafranca del Bierzo (León) con el del Camino Francés, con el que comparte los últimos 186 kilómetros de la travesía. La provincia de León es la que acoge la mayor parte de la ruta jacobea ya que los peregrinos deben cubrir una distancia de 210 kilómetros a través de 25 municipios.Arrancando la ruta de las garras del olvidoComo la propia ruta, el proceso de recuperación y puesta en valor del Camino Olvidado también nace en Bilbao, de la mano de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Vizcaya, cuyo vicepresidente, Adolfo Diego de Miguel, ha dedicado más de quince años al estudio de libros y documentos que le ayuden a reunir información sobre la ruta.Recogiendo ese testigo en Castilla y León aunque con discrepancias en el enfoque que se quería dar al proceso de recuperación, fueron los grupos de acción local (GAL) de la comunidad los encargados de consensuar con los distintos agentes del territorio el trazado de la ruta en sus respectivas zonas. La primera reunión de este tipo tuvo lugar en Aguilar de Campoo (Palencia) en el mes de noviembre del año pasado, a iniciativa del GAL Montaña Palentina. En la provincia de León ha sido el GAL Cuatro Valles el que ha coordinado las acciones de los tres grupos de la provincia -Asodebi, Montaña de Riaño y el propio Cuatro Valles.En este sentido, la gerente de Cuatro Valles, Marta García, recuerda que uno de los primeros asuntos que requirió de consenso fue el bautizo de la ruta, ante las diferentes tradiciones que se referían a ella como la Ruta de Montaña o el Camino Viejo. “Al final cerramos el tema del nombre con la propuesta de Camino Olvidado, que nos pareció un nombre más evocador y bucólico”, explica.“En estos momentos estamos en la fase de informar y buscar el consenso entre los agentes públicos y privados implicados en el Camino”, explica García, que destaca la importancia de que sean los ayuntamientos los que lleven en un primer momento la iniciativa de la nueva asociación aunque mantiene que “éste es un proyecto abierto a todas las personas y colectivos que quieran ayudar”. “Lo que nos planteamos es un proyecto que pueda traer desarrollo económico, a la vez que rescate el patrimonio natural, cultural e histórico”, añade García, para quien el éxito de la iniciativa se basa en que continúe siendo “un proyecto de cooperación conjunto”.Prioridades a corto plazoEn el corto plazo, la Asociación del Camino Olvidado se marca dos grandes prioridades de actuación. “La seguridad es lo primero, que la gente no se pierda”, relata el presidente de la asociación, que recuerda que “la mayoría de las zonas de la ruta son de montaña y no puedes meter a una persona en la montaña sin saber que va a estar seguro”. Para solucionar este problema, la asociación ha fijado un primer objetivo: colocar una señalización “homogénea, común para todos, que sea clara, que esté perfectamente definida y que no dé lugar a error”.El siguiente punto pendiente tiene que ver con el hospedaje de los peregrinos en albergues. Presa explica que la asociación tiene como meta que “como mínimo en los lugares que se contemplan como principio y fin de etapa, haya un lugar público o privado para poder ducharse y dormir”. El presidente de la asociación leonesa no descarta que, con el paso del tiempo, surjan alternativas en enclaves intermedios. “El peregrino decidirá si quiere hacer etapas de diez o de veinte kilómetros”, resume Presa.Siguiendo los pasos de la Vía NovaEntre los puntos más conflictivos del recorrido a su paso por el Bierzo, el presidente destacó la conexión entre Congosto y Cubillos del Sil, alrededor del embalse de Bárcena, como uno de los lugares que requiere de una actuación urgente. “El pantano puede dar mucho, pero de momento es un problema porque desde Congosto ves Cubillos a poco más de un kilómetro de distancia pero tienes que caminar tres horas por asfalto”, explica Presa.“Pensábamos que habría una senda para rodear el pantano, pero son todo terrenos privados y hay que dar una vuelta alrededor del club náutico y del campo de golf”, añade. “La solución para ese paso ya existe, se llama la vía del tren, que está un poco más arriba, hace falta voluntad y ganas de trabajar”, subraya, recordando que el paso original de la calzada romana conocida como Vía Nova atravesaba el río Sil en ese punto con un largo puente romano cuyas ruinas aún son visibles cuando el nivel del pantano es bajo.

Echar a andar, lo más importante


Como si de una peregrinación se tratara, en el caso del proceso de recuperación del Camino Olvidado “lo más importante era echar a andar”, explica la gerente de Cuatro Valles. La asociación iniciará la promoción de la ruta en la Feria de la Montaña Leonesa, que se celebra la semana que viene. El próximo paso será la creación y puesta en marcha de una página web sobre el recorrido.

Una vez iniciado el camino, “nuestro siguiente paso en esta fase de dinamización será mantener una reunión durante el mes de julio para avanzar en asuntos como la señalización conjunta y la promoción de la ruta”, añade García. Respecto a la financiación para llevar adelante los proyectos, el presidente de la asociación adelanta que “los grupos de acción local tienen la posibilidad, si realizan programas conjuntos, de acceder a ayudas más importantes”, en referencia a los convenios de cooperación Leader, impulsados por la Unión Europea.

“Queremos trabajar conjuntamente con todos los territorios para avanzar en la limpieza y la señalización de la ruta a mayor nivel, no sólo con flechas sino con paneles explicativos”, subraya García. De cara al futuro más lejano, la asociación también planea la edición de folletos genéricos de la ruta, que se acompañarán con otros específicos con las características únicas de cada territorio.

En este sentido, el presidente de la Asociación del Camino Olvidado coincide en señalar que “cada tramo del recorrido tiene peculiaridades a explotar” y destaca el alto contraste de paisajes, “desde lugares de alta montaña en donde nacen ríos hasta llanuras donde el sol baña los viñedos”. “Hemos ido haciendo los deberes poco a poco, hemos restaurado puentes y pasarelas que estaban caídos y estamos creando albergues para solucionar el problema del alojamiento”, recuerda Presa. “Hay mucha gente interesada en colaborar en el proyecto y eso nos provoca mucha ilusión y muchas ganas de trabajar”, resume García.
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