Se espera que el congreso reúna a más de cien investigadores en las distintas ponencias que versarán, en líneas generales, sobre las diferentes técnicas y metodologías aplicadas al deporte adaptado. El programa aún no está cerrado, pero la celebración del este congreso servirá para poner de relieve la labor del propio CRE y reforzar su posición como centro divulgador de los últimos avances en la asistencia a las personas con discapacidad. No obstante, entre las misiones propias del CRE se encuentranel intercambio de conocimientos, la formación de profesionales y la prestación de servicios de alta cualificación.
Las experiencias de vuelo, la semana náutica, el esquí acuático o la ‘canoterapia’ suponen un estímulo para los usuarios del CRE Por otra parte, el CRE acogió en la mañana de este viernes una jornada muy especial en la que los propios usuarios que han participado a lo largo de este año en alguna de las jornadas fuera de la actividad diaria explicaron a sus compañeros sus experiencias y las sensaciones que les provocaron. Más de 300 usuarios participaron en alguna de estas propuestas‘mensuales’. Es preciso aclarar que el centro cuenta con 137 usuarios en residencia o estancia diurna y que algunos de ellos formaron parte de más de una experiencia, debido, en gran medida, al amplio rango de ámbitos vitales que la oferta del CRE abarca.
En las instalaciones de San Andrés se han desarrollados programas como el ‘Arm-asist’, un brazo robótico terapéutico; el BCI, control de dispositivos con la mente; el ‘Irisbond’, que facilita el control de un ordenador con mediante el iris del ojo; la semana paralímpica, con distintos deportes adaptados; el lanzamiento de dardos a diana con cerbatana; las jornadas de exposición social; las intervenciones sobre empleo, a cargo de Cocemfe; o la ‘canoterapia’, técnicas terapéuticas con perros adiestrados para ello.
Lejos de San Andrés, los usuarios del CRE han podido disfrutar a lo largo del año de una experiencia de vuelo en diversos aparatos ultraligeros, en la que participaron 20 personas; las vivencias del esquí naútico, una de las más destacadas, puestos que usuarios sin movilidad lograron deslizarse sobre el agua; el esquí alpino en una estación de invierno; o la semana náutica celebrada en La Coruña, donde los participantes se iniciaron en el deporte de la vela o en la navegación en piragua.
Un amplio catálogo de actividades que, sin embargo, «son parte del día a día», como explica María Teresa Gutiérrez Fuentes, que considera que el objetivo fundamental de este tipo jornadas es que sirvan de «refuerzo» al trabajo realizado diariamente. Este tipo de terapias supone un «estímulo, una motivación» para los usuarios, siguiendo siempre el fin último de que aumenten su autonomía e independencia. La directora sí reconoce que se trata de un trabajo «más intenso».
Buenas prácticas
Además, en el CRE se han tenido lugar once jornadas de buenas prácticas en investigación tanto para el personal interno como para profesionales externos. Precisamente, a lo largo de este noveno año de vida del CRE se ha reforzado la actividad en este ámbito con una mayor difusión de aspectos científicos y profesionales.