¿El caso Denise ha despertado la curiosidad americana?

La publicidad no ha sido buena: un asesinato, pero parece que ha despertado la curiosidad de los estadounidenses y el Caso Denise se ha traducido en un incremento de los peregrinos norteamericanos. Así al menos lo avalan los datos que publicaba este martes La Voz de Galicia, un 21% más de peregrinos de EEUU respecto al pasado año desde la fecha en la que apareció el cuerpo sin vida de Denise Thiem, el pasado 11 de septiembre, en Santa Catalina de Somoza.

Su asesino confeso, Miguel Ángel M.B. fue detenido un día antes en Asturias y condujo a la Policía hasta un paraje situado entre las localidades leonesas de Santa Catalina de Somoza y San Martín de Agostedo. Allí, señaló el lugar donde había un cadáver en avanzado estado de descomposición y escondido entre ramas.

El informe de la autopsia llevado a cabo por el Instituto de Medicina Legal revelaba que el cadáver hallado en esa zona era el de la peregrina estadounidense y que había fallecido de una brutal paliza.

Este episodio que durante meses tenía a las dos orillas del Atlántico en vilo –pues fueron cinco meses los que la joven estuvo desaparecida– reabría el debate sobre la seguridad en el Camino, una duda que zanjaban tajantes las asosiaciones de amigos de la Ruta Jacobea, que sí se quejan, sin embargo, de la necesidad de controlar la señalización. La seguridad «es máxima», garantizan, y parece que las especulaciones sobre este tema no han amedrentado a los compatriotas de la fallecida.

Desde León creen que el aumento viene de más atrás y no como efecto llamada del morbo En todo caso, según el presidente de la asociación leonesa Pulchra Leonina, Luis Gutiérrez Perrino, no se trata de un ‘efecto llamada’ del morbo, sino de una tendencia que se viene observando ya desde hace tiempo, y aunque en León no tienen, por el momento, los datos de estos últimos meses, sí apuntan a un crecimiento de al menos el 4-5% de los peregrinos estadounidenses que pasan por León hacia Santiago de Compostela. Gutiérrez Perrino considera que no existe relación entre el suceso y el crecimiento de peregrinos procedentes de norteamérica, «yo creo que los extranjeros que vienen a hacer el Camino preparan su viaje con mucha antelación, y ese aumento de canadienses y estadounidenses ya es algo que se viene notando desde hace tiempo». E insiste, lo de Denise ha sido un hecho fatal, pero que no puede poner en tela de juicio la seguridad del Camino, eso sí, considera que debe hacer que se replantee el tema de la señalización.

El caso de Denise Thiem, la peregrina norteamericana cuyo rastro se había esfumado en el tramo de la Ruta Jacobea que une Astorga con El Ganso, un misterio que tardaba más de cinco meses en resolverse y que se hacía con el final más dramático posible, hallando su cadáver, ponía de manifiesto esta problemática. Miguel Ángel M.B., el responsable confeso de su muerte, tenía como ‘hobby’, al parecer, hacer uso de las flechas amarillas para confundir a los peregrinos y desviarles hasta su finca, un terreno próximo al Camino a la altura de Santa Catalina de Somoza.