No obstante, el Equipo de Gobierno local tiene claro que "el Ayuntamiento no va a hacer nada con lo que no estén de acuerdo los comerciantes". Una vez se disponga del proyecto, si se confirma la decisión de ejecutar la reforma se intentará dar todas las facilidades posibles a los comerciantes para que se acometa la renovación del enclave. No obstante, Llamas dejó claro que serán los propios comerciantes los que tendrán que afrontar la financiación de las obras que, por otra parte, se les ofrecerán en unas condiciones de financiación que Llamas considera "irrechazables".
En este sentido, según los cálculos municipales la inversión necesaria rondaría los dos millones de euros, que deberían sufragar los comerciantes. Actualmente, el mercado cuenta con 42 puestos disponibles de los que están ocupados 27, por lo que el coste que supondría la reforma rondaría los 70.000 euros por comerciante aproximadamente. Se trata de cálculos iniciales que podrían variar una vez que se presente el proyecto definitivo, aunque son los márgenes en los que se mueve el Ayuntamiento, que "no tiene intención de recaudar" con esta actuación, puesto que consideran el mercado un "activo" turístico importante, que esperan poder potenciar con una reforma integral.
Las condiciones "irrechazables" que avanzó Pedro Llamas pasarían por adaptar la financiación para que el desembolso de cada comerciante no supere la renta que pagan actualmente. "Que lo que van a invertir no sea más que lo que pagarían en 20 años al Ayuntamiento", esbozó el concejal.
Por otra parte, desde el Ayuntamiento se tratarían de agilizar al máximo todos los trámites administrativos en lo relativa a licencias y permisos y "sería rápido".
Más allá de la reforma, el Ayuntamiento de León tratará también de reducir o directamente eliminar los costes corrientes que el mercado puede suponer a las arcas municipales, buscando como contrapartida dotar a los comerciantes de mayor capacidad de decisión y de gestión por si mismos.
Sin grandes cambios
Lo que parece claro es que la idea que tendrá que desarrollar la empresa adjudicataria del contrato en el proyecto que se presentará a la ayuntamiento no conllevará grandes revoluciones, como han dejado claro tanto el concejal de Comercio y Consumo, Pedro Llamas, como los propios comerciantes.En el Mercado del Conde Luna no se pretenden "experimentos" como gastrobares o tiendas exclusivas, sino que se quiere mantener el espíritu tradicional del mercado de abastos, pero adaptado a los tiempos actuales, como explican las dos partes implicadas.
En este sentido, los comerciantes tienen claro que mirarse en el espejo de otras ciudades tampoco es garantía de éxito. "Habrá cosas que puedan aprovecharse y trasladarse a León, pero tampoco nos podemos dejar deslumbrar", aseguran.