Detenido en Castropodame el hombre que presuntamente secuestró y arrojó líquido abrasivo a su expareja en la vagina

El presunto agresor salió el viernes de prisión tras quebrantar la orden de alejamiento y está declarando ante el juez

D. Álvarez (ICAL)/ L.N.C.
18/10/2016
 Actualizado a 16/09/2019
La Guardia Civil busca al agresor. | ICAL.
La Guardia Civil busca al agresor. | ICAL.
La Guardia Civil de Bembibre detuvo en Castropodame al presunto agresor denunciado en la madrugada de ayer por una mujer de 36 años, residente en el municipio berciano de Fabero, de la que es expareja.

La víctima acusa al hombre, que está declarando en las dependencias judiciales de secuestrarla y maltratarla durante la pasada noche. Según la abogada de la víctima, Emilia Esteban, «el agresor le echó un líquido que le quemaba en su zona íntima, a parte de pegamento».

El presunto agresor, que este mismo viernes salió de prisión tras quebrantar la orden de alejamiento, fue detenido a las tres de la tarde y está declarando para cotejar los hechos, a la espera de que puedan esclarecerse, tal y como confirmaron fuentes de la Subdelegación de Gobierno. En este sentido, la víctima de la agresión, que se encuentra descansando en su domicilio tras sufrir una crisis de ansiedad, no ha podido declarar ante el juez. Esteban explicó que unidades criminalísticas de la Guardia Civil están buscando pruebas en el lugar donde apareció la mujer así como en el domicilio del hombre.

Según el relato de la abogada que publica Ical, la víctima «iba a salir de su casa a las 11 horas de la noche a dar una vuelta con su perro, como hace cada noche, y mientras se estaba calzando, la cogieron entre dos personas y la metieron en un coche. Ella reconoció a su expareja pero no pudo dar más datos sobre el otro agresor», relató Esteban, que asegura que  el agresor mantuvo a la víctima maniatada y desnuda, con una media para taparle los ojos, mientras la sometía a abusos y vejaciones que le provocaron un «miedo indescriptible». «Su intención era llevarla a las vías del tren pero al final la dejó abandonada cerca de una casa», explicó Esteban, que confirmó que su clienta presentó la denuncia sobre las 4  de la madrugada después de recibir los primeros auxilios.

Reingreso en prisión

«Esto comenzó hace un año y en este tiempo él ha entrado y salido de prisión varias veces», relató Esteban, que asegura que ha quebrantado reiteradamente las órdenes de alejamiento. «El viernes salió de prisión y durante el fin de semana estuvo acosando a mi clienta y a su entorno», explicó la letrada. Como consecuencia de estos hechos, tanto el Ministerio Fiscal como la letrada de la víctima solicitaron que el acusado volviera  prisión, pero «el juez consideró que con la pulsera electrónica era suficiente», lamentó Esteban. «Estos hechos han ocurrido a consecuencia de que el juez haya decidido volver a dejarlo en libertad», criticó la letrada. En ese sentido, la abogada reprochó a los juzgados de violencia de género que «no están protegiendo a mi clienta. Existe un riesgo vital evidente, en cuanto sale de prisión, al cabo de dos días le hace la vida imposible, le ha enviado cartas en las que la amenaza a ella y a su hijo, que es menor de edad y se ha colado en su domicilio», relató la letrada. «Está esperando la oportunidad para matarla, a ella y al niño», concreta  «y cuando ella denuncia, que es lo que tiene que hacer, se encuentra con el muro de un juez».

Por su parte el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 5 de Ponferrada, competente en materia de Violencia de Género, ha remitido las medidas adoptadas en este caso y asegura que una vez comprobados los hechos acaecidos el sábado, tomará decisiones. En concreto asegura que la mujer denunció «a su expareja por maltrato. El Juzgado inicia un procedimiento para investigar lo ocurrido que aún se encuentra abierto y dicta a la vez una orden de protección con alejamiento. La mujer denuncia que esa orden se ha quebrantado. El Juzgado abre una investigación y envía a prisión provisional al hombre. La defensa solicita la libertad por falta de pruebas. El Juzgado decreta la libertad el viernes pasado e impone al hombre la medida de llevar una pulsera telemática que controla la aproximación a la mujer. La mujer denuncia el sábado que su ex pareja le ha enviado un mensaje y solicita la prisión. No se acredita dicho mensaje. El Juzgado no decreta la prisión ya que existe el control de la pulsera telemática. La Guardia Civil investigará los hechos para que el juez determine qué hacer con el agresor.
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