La comarca del Bierzo suma buena parte de esas nominaciones e incluso eleva la media provincial al reunir en su superficie dos áreas con una de las declaraciones universalmente más valoradas: ‘Patrimonio de la Humanidad’, un título concedido por la Unesco con el que cuentanLas Médulas y el Camino de Santiago.
Además, hace unos meses que desde el Ayuntamiento de Ponferrada se promueve una nueva iniciativa para que la Tebaida Berciana, que integra el área del valle del Silencio, con las riquezas históricas de Peñalba de Santiago y Montes de Valdueza, sea también declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad.
Decenas de Bienes de Interés Cultural, zonas ZEPA, (de Especial Protección de Aves) o territorios con denominación de Parque Nacional, Espacio Natural,Monumento Natural o Reservas de la Biosfera, entre otros, llenan el mapa provincial y comarcal de diversas reseñas que indican su riqueza y el valor de su patrimonio cultural, arquitectónico o natural.
Sin embargo, las etiquetas de protección que conceden organismos internacionales, como la Unesco, o en otras ocasiones organismos nacionales y regionales, no siempre lleva parejo la buena marcha y el desarrollo de las zonas, ni siquiera facilidades para poder protegerlas y desarrollarlas a las instituciones, entidades y organismos que se encuentran sobre el terreno, que son quienes mejor las conocen.
Esta misma semana, el Consejo Comarcal del Bierzo debatía y aprobabaen un pleno la adhesión al consorcio de la Reserva de la Biosfera de los Ancares Leoneses (Rbale). Hace justo nueve años, en 2006, éste área fue declarada Reserva de la Biosfera por el programa Hombre y Biosfera de la Unesco.
La catalogación está reservada para los territorios del planeta con valores sobresalientes en cuanto a su medio natural, social y económico.
Comprende un territorio de 56.000 hectáreas de los municipios bercianos de Villafranca del Bierzo, Vega de Espinareda, Peranzanes y Candín.
Una vez obtenida la declaración, se conformó el organismo que debe encargarse de la gestión del área de la Reserva. Se trata de un consorcio en el que deben tener representación los cuatro ayuntamientos integrados y, por normativa, algún organismo más supramunicipal.
De inicio, fue la Fundación Ciudad de la Energía (Ciuden) quien formó parte de este consorcio. Pero la caída en picado del presupuesto y los proyectos de la Ciuden desde hace varios años, llevaron a los dirigentes de la Fundación a tomar la decisión de abandonar el consorcio y por tanto, la aportación económica al organismo el pasado año.
Ahora, el Consejo Comarcal toma el relevo, según la decisión adoptada por unanimidad en el pleno. Una sesión en la que , no obstante, surgieron entre los distintos grupos políticos del arco parlamentario comarcal muchas dudas sobre las posibilidades de financiación del consorcio, e inquietud por si en un futuro al Consejo le tocara el difícil papel de cubrir algún ‘agujero negro’ económico que pudiera existir o surgir en el órgano gestor de la Reserva.
El alcalde de Vega de Espinareda, el socialista Santiago Rodríguez, es actualmente el presidente del consorciode la Rbale y garantiza que el organismo se encuentra actualmente en un estado «saneado e incluso con un pequeño superávit del pasado año».
Apunta la conveniencia de que los actuales socios celebren antes de final de año la reunión que les permita conformar la nueva organización y después establecer las cuantías a aportar por cada uno de los componentes para el presupuesto anual del consorcio de gestión.
Rodríguez calcula que el presupuesto anual del consorcio podría ubicarse entre los 60.000 y los 80.000 euros. Buena parte de esta cantidad iría destinada a la gestión, que supone, básicamente el salario de un técnico gerente responsable de los proyectos y del seguimiento del Plan de Acción de laReserva.
Del presupuesto total, aproximadamente 11.000 euros corresponderían, por otro, lado a sufragar las tareas de administración de las que se debe encargar alguno de los secretarios o administrativos de las instituciones consorciadas, ayuntamientos o Consejo, si bien estos trabajos suplementarios deben ser, evidentemente sufragados por el propio consorcio.
«Para seguir funcionando, el consorcio no tendría más costes, el Ayuntamiento de Vega pone a disposición sincontraprestaciones la sede, que es la oficina que se venía usando y además todas las instalaciones municipales que se puedan necesitar para las reuniones, encuentros, conferencias o lo que sea necesario», apunta el alcalde de Vega.
Las aportaciones de los diferentes consorciados se debatirán y decidiránentre las propuestas que haya, teniendo encuentra distintos parámetros, como los presupuestos de los distintos ayuntamientos, o las posibilidades de cooperación que tengan.
Tras las subvenciones
Otra cuestión aparte es el desarrollo de proyectos, que para eso sí serían necesarias cantidades económicas, «aunque muchos de ellos vienen de la mano de subvenciones». El trabajo del técnico gerente, no obstante, pasa entre otras cosas,por seguir al detalle todas las convocatorias de ayudas de los distintos organismos nacionales e internacionales que se puedan realizar en la zona de la Reserva y poder realizar las gestiones pertinentes para conseguir fondos.Y es que Santiago Rodríguez recuerda que la declaración de Reserva de la Biosfera por parte de la Unesco «es sólo un reconocimiento de que el paraje o la zona merece ser protegido, pero no conlleva sólo por ello ayudas dirigidas a protegerlo». De eso se tienen que encargar la sociedad y las instituciones que tengan las competencias en las materias.
En este caso de la Reserva de la Biosfera de Ancares, apunta, «creo que tendría mucho que hacer y decir la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, que es quien tiene las competencias en esta temas de medio natural», así como podría ser también parte implicada el Ministerio de Medio Ambiente.
Carta a las instituciones
Por el momento, y a la vista de lo que surja en los primeros encuentros del renovado consorcio, el presidente ha confirmado, después de las primeras conversaciones y tal y como quedó también debatido en el pleno del Consejo queva «solicitar a la Diputación de León y a la Junta de Castilla y León que se impliquen y se adhieran al consorcio».
En cualquier caso y previendo que la decisiónpueda retrasarse, apuesta por «ponerse a trabajar ya» para que la reserva vuelva a ser dinámica y para desarrollar acciones en favor de un territorio que, sin duda, precisa dinamismo.
Asociación de ganaderos y de turismo, dos logros
Son muchos los proyectos que a lo largo de los últimos nueve años han tenido lugar en la Reserva de la Biosfera de Ancares. Algunos de ellos del ámbito de la investigación, otros del desarrollo económico o turístico y otros sociales o divulgativos. Para el presidente del consorcio, dos buenos ejemplos de la gestión de los últimos años han sido «la asociación de ganaderos y la asociación de turismo» que han conseguido «dinamismo en la zona», apunta Santiago Rodríguez,y ha permitido un modo de ganarse la vida a algunas personas.
El colectivo de ganaderosde la Rbale, denominado Agarbale,promueve «una ganadería responsable y sostenible, respetuosa con nuestro paisaje, nuestra cultura y nuestros recursos naturales. Abogamos por impulsar el sector ganadero y hacer de esta profesión una forma de vida digna».«Apostamos por revalorizar la ganadería extensiva y hacer patente el valor que tiene para el mantenimiento del entorno», definen en su carta de presentación.
Pero además, en colaboración con catedráticos de la Universidad de Valladolid se han desarrollado varios proyectos de investigación en materia geológica, como un estudio y catalogación de todos los recursos geológicos de varios de los municipios.
Un catálogo de rutas de senderismo de interés local,con infinidad de precisiones está también disponible a través de la página web www.ancaresleoneses.com. Muchos pasos que, se espera, puedan tener continuidad con la reestructuración del consorcio.