Cuando los políticos se bambolean

Están de baile...solo así el ciudadano se explica el despiste de los políticos ante los problemas del rural en sanidad o en educación. Los políticos se deben a sus siglas y eso hace que Villafranca, como otros muchos se venga abajo, sin que nadie arregle la proa

Ramón Cela
09/02/2020
 Actualizado a 09/02/2020
El patrimonio de Villafranca, a la sombra dejando ver su riqueza, frente a la falta de intenciones por desarrollarla. (realizada por Cela).
El patrimonio de Villafranca, a la sombra dejando ver su riqueza, frente a la falta de intenciones por desarrollarla. (realizada por Cela).
Con frecuencia observo la trayectoria de los políticos en acción y, aun tratando de ser comprensivoeindulgente, no logro comprender la enorme ofuscación que tienen por ser fieles a sus partidos y a las directrices que estos les marcan, ya sean desde Madrid Valladolid o el que a los ojos de cada cual, representa un galón superior al suyo.

En el problema de la despoblación sanidad o educación, parece que todos andan despistados, tanto que el ciudadano de a pie queda asombrado ante decisiones que le dejan perplejo y con ganas de no volverle a votar mientras pueda sostenerse en pie o su cabeza tenga un poco de lucidez.

Así las cosas... nos encontramos que unos y otros se dedican a poner tiritas en pieles que en muchos casos están muy sanas, mientras que en otros se están cayendo putrefactas de estar esperando un remedio lógico, que acabe con la infección y permita ver la luz de la razón y la esperanza a corto o largo plazo, como sucede con el caso sangrante de Villafranca del Bierzo, que se está manteniendo en pie de puro milagro, hasta que el más leve vendaval se lo lleve todo río abajo.

La época de las lamentaciones ya ha pasado hace más de cien años y estos ciudadanos no se dan cuenta que han sido votados para ocupar un lugar de privilegio por un periodo de cuatro años, cuando, si hubiera dignidad política en alguno de ellos, pedirían la cuenta y se dedicarían a otros menesteres, para los que, sin duda, si estarían facultados y les haría crecer en aprecio tanto personal como ajeno, pero desgraciadamente, estos casos no suelen darse y a todos (a unos más que a otros) nos gusta ser aplaudidos cuando vamos de visita a un pueblo y estrechamos las manos de gentes que estos si, hacen crecer el país con el riego del sudor de su frente.

Villafranca del Bierzo, se está hundiendo y no es por culpa de aquellos que llevan el timón del barco, que acertadamente han puesto proa a los vientos que nos toca vivir, sino a que estos vientos que incontrolados y bamboleantes tenemos que soportar los villafranquinos, razón por la cual, no hay patrón ni tripulación que sepa atenerse a la tendencia de los soplidos que nos van dando los políticos actuales y pasados, ya que en ocasiones dejan ver un claro entre los nubarrones pero que jamás se traduce en un sol esplendido o viento en popa. Y todo ello porque, entre otras cosas, estamos muy lejos, tanto afectiva como geográficamente, del océano, donde se forman las corrientes .

Repito : Villafranca se cae y la justicia política parece estar de vacaciones o ausente por el Bernesga o Pisuerga y esto es responsabilidad, no solo de los ediles villafranquinos, que hacen más de lo que pueden, sino de aquellos que solo nos visitan en épocas de elecciones y que, sinceramente, con las enormes bellezas que esta ciudad atesora, pasan ampliamente desapercibidas.

Y como nunca me gusta hacer una crítica sin fundamento, pienso que lo mejor es poner de manifiesto las estructuras del barco, que naturalmente necesita cuidados y pequeñas reparaciones de esta manera.

Por eso marco un «Estudio de posibilidades» de Villafranca del Bierzo que contendría, entre otros, los siguientes apartados, para los oídos despiertos que se quieran remangar:
La minería de metales importantes... La Leitosa y Los Cáscaros, Minas de oro de los romanos y dejadas de la mano de los hombres.
Del parque natural de Los Ancares, disponemos del río Burbia , declarado por el Consejo de Ministros como de Protección especial. Son 30 kilómetros sin contaminar. También el río Valcarcel, otro gran potencial.
Apuntemos las nueve iglesias, tres románicasentre las que destacan La Colegiata , San Francisco , San Nicolás o La Anunciada.
Tiene un castillo y la blasonada calle del Agua con34 escudos heráldicos y varios palacios.

Y qué decir del Jardín Romántico de La Alameda, con sus doscientos años de historia y mucho que contar aún.

En clave de naturaleza, otro de los grandes potenciales es el ejemplar del Ciprés de La Anunciada, el más viejo y grande de Europa (que se conserva gracias a la Diputación de Valencia ).

La archiconocida Puerta del Perdón de la Iglesia de Santiago, donde se puede conseguir el jubileo y por la que pasan miles de peregrinos asombrados de su belleza.

La Fuente de los Peregrinos para saciar la sed centenaria de los caminantes camino de su meta, Santiago de Compostela.

Y en un radio de dos kilómetros, seis iglesias románicas y dos castillos con el Castro Ventosa... algo que pocas localizaciones tienen.

Pero todo se cae por falta de una restauración del casco del barco, que lleva tantos años navegando y necesita esa mejora urgente con el tan cacareado ARU (Área de Rehabilitación Urbana) que se da a otros lugares, con mucho menos interés.
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