El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León hizo pública este una sentencia en la que confirma íntegramente la emitida por al Audiencia Provincial de León y mediante la que se condena a un varón a siete años y medio de prisión como autor de un delito continuado de abusos sexuales contra una mujer de origen venezonalo y residente en Madrid.
Los hechos se remontan al año 2019, cuando según los hechos considerados probados por la Audiencia de León y ahora confirmados por el TSJCyL, la víctima publicó un anuncio en internet en el que se ofrecía como cuidadora de niños, ancianos y enfermos. El condenado contactó con ella y le ofreció trabajo como cuidadora de una tía suya que estaba enferma. Además, le aseguró que “era muy urgente y que si no quería perder el trabajo debería presentarse en León lo antes posible” y se interesó también por si tenía familia o novio.
La víctima, en la creencia de que el anuncio obedecía a una oferta de empleo real, se desplazó desde Madrid a León, donde se encontró con el hombre y se dirigieron a su vivienda para “empezar a trabajar inmediatemente”, ofreciéndose también a encargarse de los trámites necesarios para la autorización de residencia y trabajo, dado que se encontraba en situación irregular en España.
Ya en el piso, el hombre trató de seducir a la mujer hasta que trató de besarla e insistió ante su negativa diciéndola “lo vamos a hacer sí o sí”, mientras se desnudaba y la separaba las piernas para, “con ánimo de satisfacer sus deseos sexuales”, penetrarla vaginalmente.
De acuerdo con la Audiencia Provincial de León, el ahora condenado “actuó en todo momento en contra de la voluntad de la víctima, sin importarle que ella no quisiese mantener relaciones sexuales y aprovechándose de su situación de vulnerabilidad, debido a su situación irregular en España y falta de red de apoyo social y de arraigo familiar de la misma y utilizando el pretexto de una oferta un trabajo inexistente”.
Ese mismo día y con el pretexto de ir a ver a la tía, el acusado y la víctima se desplazaron a un descampado centra del Complejo Asistencial Universitario de León, donde atemorizó a la mujer hasta conseguir que le masturbarse y volver a penetrarla. Posteriormente, la dejó en un bar de la ciudad de León y le dijo que “no contara a nadie lo que le había sucedido porque sabía cómo localizarla y que le iba a ayudar para conseguir los papeles”. Sin embargo, la mujer se lo contó a una camarera y desde ahí se iniciaron los trámites para denunciar. El varón fue detenido tres días después y estuvo en prisión por la causa cinco meses.