Buen manejo del mastín para prevenir los ataques del lobo

El municipio de Villamanín acogió ayer un encuentro para ganaderos organizado por Ecologistas en Acción sobre el manejo del ganado en zonas loberas

Estefanía Niño
03/09/2017
 Actualizado a 19/09/2019
Un momento de la charla sobre el manejo de perros mastín. | E. NIÑO
Un momento de la charla sobre el manejo de perros mastín. | E. NIÑO
El municipio de Villamanín acogió este sábado una completa jornada, organizada por Ecologistas en Acción, sobre manejo del ganado en zonas loberas. Práctica y teoría se dieron la mano en un encuentro dirigido principalmente a ganaderos, en la que se visitaron explotaciones de ganado ovino y vacuno, y en la que se dieron una serie de pautas para el correcto manejo del perro mastín como una herramienta para prevenir los ataques del lobo.

La parte más teórica se desarrolló en el salón de actos del Hogar, en la localidad de Villamanín, y corrió a cargo del experto adiestrador canino David Nieto, si bien se trató de una charla distendida en la que los ganaderos asistentes expusieron sus dudas, sus discrepancias y sus propias experiencias. Nieto explicó que con los controles sobre el lobo no basta, más aún cuando éstos desestructuran los grupos y hacen que los ataques al ganado sean un "problema crónico". Los lobos dominantes que inician estos ataques inculcan esta pauta a los más jóvenes, que se educan en ello como principal fuente de sustento ante la disminución de la fauna salvaje. Es aquí donde los perros mastín juegan un papel fundamental como un elemento clave para disuadir al lobo, pero siempre y cuando se haga acorde a unas pautas. Una de las medidas positivas es el control de los partos, cercando o acotando terreno en el que las madres y sus crías estarán protegidas por los perros mastín, aunque también hay que tener en cuenta una serie de cualidades en el perro, ya que no todos son idóneos para esta tarea.

A la hora de elegir un perro mastín para disminuir los ataques del lobo hay que tener en cuenta una serie de cualidades desde el punto de vista temperamental y morfológico. Desde el punto de vista temperamental, lo idóneo es la territorialidad, la dominancia o combatividad, el respeto y sumisión al ganado, la agresividad a los cánidos, la independencia, la tranquilidad sin llegar a la apatía, o las motivaciones predativas. En cuanto a los requisitos morfológicos, se debería tener en cuenta la altura, la potencia o explosividad, la velocidad y agilidad, y la rusticidad. Las cifras, según apunto, reflejan que un rebaño bien custodiado sufre como máximo una baja por ataque.

Además, señaló algunos casos en los que la buena gestión de estas prácticas han conseguido disminuir los daños a prácticamente cero, como en los casos de explotaciones en Noruega, Suecia, Finlandia o Polonia, e incluso se puso un breve vídeo captado por cámaras infrarrojas en el que unos mastines repelen el ataque de un lobo a un rebaño de ovejas.

Por su parte, los ganaderos expusieron experiencias y dudas, señalando que hay que tener en cuenta la orografía del terreno y la densidad de población lobera o la imposibilidad de acotar o cercar cuando los pastos son comunales. Además, hicieron hincapié en la necesidad de que el mastín sea considerado una herramienta de trabajo a la hora de atajar denuncias, un largo debate en el que la última palabra la tiene la administración.
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