La Asociación de Empresarios del Órbigo (Aedo) otorgó este sábado durante la cena anual en La Barca de Veguellina el galardón 'Empresa del Año' a la empresa familiar Mármoles Isidro.
El presidente de la asociación, Francisco Javier González, destacó la importancia de que en una zona tan pequeña haya una asociación que tiene, a día de hoy, a 90 empresarios, grandes y pequeños, subrayando en especial "la unión que hay entre ellos". En este sentido, González deseó que el número de asociados sigan aumentando y realizando proyectos en conjunto para seguir creciendo.
Mármoles Isidro tiene su origen en los años 50, siendo su fundador Dionisio Martínez, quien, junto a sus hijos, creó una empresa llamada 'La Riberana'. Dicha empresa estaba enfocada a la construcción, consolidándose en la producción y distribución de mosaicos y terrazos. Años después, su hijo, Isidro Martinez Rodriguez, continúa la labor empresarial con el nombre de Mármoles Isidro.
En el 2003, Isidro Martinez Franco, asumió la gestión de esta empresa hasta el día de hoy. Actualmente la empresa cuenta con cinco trabajadores, entre ellos el biznieto del fundador.
"Los tiempos van cambiando y después de más de 70 años de actividad se mantiene a la vanguardia del diseño, pasando de la piedra prensada a los más selectos granitos y mármoles, tanto nacionales, como de importación, sin olvidar los compactos y porcelánicos. Es una empresa puntera en el sector, con instalaciones y maquinaria en constante renovación, y ofreciendo a sus clientes una atención personalizada y el mejor producto del mercado" señalaron desde Aedo.
Premio la trayectoria empresarial
Desde la Asociación de Empresarios del Órbigo continuaron con su tradición de premiar "a toda una vida de trabajo", recayendo este reconocimiento en Domingo Anta Bruña.
Anta comienza sus andaduras en los 80 en el Restaurante la Herrería, llegando a ser el encargado de dicho complejo durante siete años. Pasa después al Restaurante Flamingo durante cinco años y de ahí a regentar al Restaurante la Barca y el Camping de Veguellina de Órbigo, donde ya se consolida como cocinero y empresario durante 10 años.
Poco después vuelve a la empresa privada, siempre como jefe de cocina, esta vez durante 12 años en el Hotel Paso Honroso. Finalmente, junto con su hijo Miguel, vuelve a dar el salto a la vida empresarial, que duraría 10 años, montando en Veguellina 'Ébano Taberna', donde demostraron su valía y empuje empresarial hasta su jubilación.