Agentes de la Junta no detectan mortandad de especies en el Cúa

El Ayuntamiento de Fabero iniciará la próxima semana la limpieza de depósitos para que la población pueda empezar a consumir agua del grifo "cuanto antes"

D. Aldonza
16/09/2016
 Actualizado a 13/09/2019
Los montes de Fabero, arrasados por el impactante fuego iniciado este lunes en Bárcena. | César Sánchez (Ical)
Los montes de Fabero, arrasados por el impactante fuego iniciado este lunes en Bárcena. | César Sánchez (Ical)
Tras el terror del catastrófico incendio que se inició el pasado lunes en Bárcena de la Abadía y que arrasó miles de hectáreas en los municipios de Fabero, Páramo del Sil y Peranzanes, las administraciones comienzan a valorar los daños medioambientales sobre el terreno. A pesar de las consecuencias devastadoras del incendio para la masa forestal, desde la sección de Pesca de la Junta de Castilla y León celebran que el fuego no ha perjudicado a la fauna del río Cúa.

Según comunicaron fuentes oficiales de la administración autonómica, dos agentes forestales se desplazaron este jueves a la zona para comprobar los efectos del fuego en las especies acuáticas y no han detectado mortandad. «Comprobaron si el calentamiento de las aguas había afectado a las especies, pero no han encontrado ninguna anomalía», afirmaron desde la Junta de Castilla y León.

A pesar de las buenas noticias, los vecinos del pueblo señalan el mal estado de las aguas en el Cúa, «lleno de ceniza y de suciedad». «El río ha estado rodeado por el fuego», señaló la alcaldesa de Fabero, María Paz Martínez, quien indicó que actualmente se está revisando el cierre perimetral del lago de pesca para comprobar su estado. De hecho, Martínez avanzó que dos de las actividades previstas próximamente en este lago, la Ruta del Agua y la Ruta del Robledal, se cancelarán previsiblemente.

Por otra parte, el Ayuntamiento de Fabero anunció este jueves que la próxima semana se constituirán brigadas especiales de limpieza con operarios municipales para desinfectar el depósito de agua que abastece al municipio y a las pedanías y que se encuentra muy deteriorado por el incendio. Esta actuación permitirá a los vecinos volver a consumir agua del grifo después de que, a causa del fuego, la Junta de Castilla y León prohibiera su ingesta por el riesgo que supone para la salud.

La alcaldesa explicó que hasta que no mejore el tiempo no se pueden iniciar las labores de limpieza. «Hasta que no deje de llover y arrastre la suciedad no podemos empezar a limpiar pero el fin de semana se prevé que mejore el tiempo y yo confío en que el lunes comencemos a limpiar el depósito y las tuberías», afirmó Martínez, quien recalcó que «hay mucha labor por hacer».

Una vez contabilizados los daños, los vecinos intentarán pasar página, aunque el olor a humo y la imagen de las montañas negras es quizás el número más importante para los bercianos, que han sufrido el deterioro del paisaje más impactante de los últimos años.
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