Desde la avenida del Páramo, la ‘marabunta’ de gente, pancarta en mano, se fue desplazando hasta la estación del tren, donde la manifestación llegaría a su punto álgido -también se guardó un minuto de silencio por el policía leonés muerto en Kabul. Los cientos y cientos de manifestantes esperaron allí al sector más activo de la protesta, a golpe de silbato.
Pasados unos minutos, 37 personas, capitaneadas por el presidente de la junta vecinal de Veguellina, Antonio Cuevas, se apearon en esta estación -venidos desde Astorga- para reivindicar su «derecho a coger el tren»; un tren que, por los acontecimientos, ayer no pudo cumplir su riguroso horario.
Una vez llegados los viajeros, varios representantes de colectivos, entre ellos AEDO, y de otros ayuntamientos, como el de Torre del Bierzo, Magaz o Villagatón-Brañuelas, que «atraviesan la misma situación», unificaron sus discursos bajo la premisa de que «la gente de los pueblos no somos ciudadanos de segunda», o de «tercera», como señaló el alcalde de Villarejo, Joaquín Llamas, amén de la propuesta de la Junta -realizada el día anterior- de sustituir el tren por autobuses «que no nos dicen ni dónde van a parar ni cómo va a ser», concretó.
Intervino también el responsable de la federación TCM-UGT, Pedro Aller, que indicó que «esto es un plan para el desalojo de los pueblos» y pidió «unidad en la lucha»; una de las palabras que más se repitió durante las intervenciones, que también contaron con los testimonios de dos vecinos (Mari Luz y Santiago), que recordaron lo que en su día supuso el tren para este municipio. El punto de vista de los jóvenes vino de la mano de Natalia, de 15 años, que se preguntaba por el futuro sin tren, y de Alejandro, miembro de la Asociación Estudiantil del Páramo y Órbigo, que removió el sentir de los asistentes aludiendo a que «año tras año el transporte público ha sido el objetivo» y reclamando «el respeto que nos merecemos. Todo por ocho míseros minutos».
«Pero las personas valemos infinitamente más que ocho minutos», recalcó el regidor del munipio, que con indignación sostuvo que «no nos pueden tratar por una rentabilidad económica que además es falsa. Hace casi dos años que la compañía no cobra el billete a prácticamente ningún viajero, que es lo único que explica ahora que la Junta contabilice, por ejemplo, siete billetes vendidos al año desde Torre del Bierzo». Llamas anunció más movilizaciones y aseguró presencia en León el próximo viernes. «Las protestas no terminan aquí. Iremos donde haga falta para que no nos hagan ver el tren desde el andén».
150 años de «progreso»
«El tren es la arteria sobre la que se ha sustentado el progreso económico, social y cultural de Veguellina». Es el sentimiento de los vecinos de este municipio y de los demás afectados por los planes de Renfe y así lo manifestaron en la protesta de este sábado. Allí se recordó que el tren introdujo la industria, el progreso y el desarrollo económico, cultural y social. A través de este medio de transporte se realizaba la entrega, por ejemplo de remolacha, una de las mayores fuentes de desarrollo de este municipio. Asimismo, en conmemoración a los 150 años de la línea que atraviesa Veguellina, el municipio de Villarejo ha estado preparando una celebración, «que esperemos que no sea celebración de una defunción», puntualizó el regidor.