No podéis negar la mayor –Todos a la cárcel– pues los derechos de autor son de uno de nuestros grandes genios del cine –en Castilla, un señorito–: Don Luis García Berlanga, que además andaba entre rejas con debilidades incuestionables como secundarios: Luis Ciges, Manuel Aleixandre, Saza o Chus Lampreave.
Y es que la vida se ha empeñado en tratarnos como si nos quisiera recordar a cada paso que nuestro destino es Villahierro, para los mindundis de andar por el pueblo, o Alcalá Meco, para los grandes del sector.
Cada vez que voy al banco de gestiones (a pagar multas e impuestos) y cuando me mandan firmar el documento me dan un bolígrafo atado con una cuerda para que no lo robe es evidente que están pensando en que se lo van a robar; y no puede uno por menos que pensar que ya sabes para qué inventaron uno de esos refranes tan nuestros: «Piensa el ladrón...».
Que un banco tema que entre los dos ‘actores’: el banco y el cliente, el que roba es el cliente ya tiene mucha imaginación y, con perdón, mala baba. Por cierto, el banco cada día me lo ponen más lejos. Primero lo tenía en el pueblo, después a 9 kilómetros, más tarde a 16 y ahora a 40. Calcula 80 kilómetros de gasolina (hay que volver) para preocuparme de un bolígrafo Bic ‘a mitad de carga de tinta’. Pues ellos, empeñados en sospechar.
Te lo explican y, por no reñir, haces como que lo entiendes. Pero, ¿cómo me explican ponerle rejas al resultado de un partido? ¿Aquello de nos atracaron se refiere a esto? ¿Pero el resultado no lo ponen realmente desde la mesa de anotadores? ¿O es simplemente la manía de hacernos ver que tienen miedo de que robemos hasta el marcador? No me imagino estar en el baño y que suene la bocina de tiempo muerto.