Securitas mastín y garrota

Decía Generín, el del recordado bar Legio, al que llamaban así porque siempre tenía «muy buen generín» -y lo tenía- que el secreto no estaba en lo que no se ve. «Esta tortilla que tanto alabas, ¿el secreto? Los huevos, ¿caseros? No solo, caseros y de gallina soltera».

Que es tanto como decir sin preocupaciones, ni estrés, ni prisas de última hora por apuntarse a la carrera del pavo, sin nervios en la cola del Mercadona con la compra de Nochevieja, sin tener que besar a todo el que te dice hola, sin preguntarle al vecino de barra «pero tú ¿dónde vives ahora?», sin tener que ponerte gorro, sin sufrir el tremendo vacío que ha dejado en tu vida el que este año no haya especial de Raphael en Nochebuena... una venganza de Podemos, imagino, para que no saliera Bono en la tele también en Navidad.

Cuando recuerdo la expresión de Generín pienso en la gallina de la imagen ¿Puede pedirle más a la vida?Sol, tierra, hierba, agua, campo, libertad... y la protección no se la puede mejorar la más prestigiosa casa de alarmas del país:un mastín y una garrota.

¿Tu crees que hay zorro -ni viejo y sabio, ni joven e impulsivo- que se atreva a entrar en los dominios de la gallina soltera?

Lo que no podéis preguntar es dónde se pueden comer los huevos de la gallina de la fotografía, la que se ha instalado Securitas mastín y garrota en su corral.Sería como desvelar el misterio de la gallina de los huevos de oro.