Primera imagen de una historia

11/03/2016
 Actualizado a 29/07/2019
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Vete a ver qué historia esconde. Tantas historias viven escondidas debajo del más insignificante de los detalles. Pasas delante de ellos, no ves nada especial (salvo ojos que miran de otra manera, como los de Mauri) y, sin embargo, hay un libro, una vida o simplemente una nota escrita con una tinta que sólo puede ver aquel, o aquella, a quien va dirigida.

Recuerdo a Lices, la viuda del maquis Gorete, su memoria viva, la que te cuenta sin dudar ni un segundo que «Goro estuvo en el monte 11 años, 3 meses y 5 días, hasta que se entregó aquel 26 de enero de 1949», diez años después del final de la guerra civil.

Y para que Gorete pudiera sobrevivir en el monte sin ser cazado —creo que ésa es la palabra pues como a una alimaña lo buscaban—fue fundamental leer los mensajes que sólo él entendía:un trapo rojo, un pañuelo blanco, una camisa en la esquina del tendal, unas palabras sin sentido pronunciadas por unos caminantes...

La lacianiega Lucía, a la que querían prohibir que viera a su portugués Joao, le resultaba fácil encontrarlo. Un pañuelo blanco con tres números le decía las calles, los cruces y las puertas que debía dejar atrás. Yallí estaba Joao, con quien se fue a las Azores.

Crea la historia que quieras. Mauri te regala el señuelo.
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