Buena sombra le cobija

La última de La Nueva Crónica

Fulgencio Fernández y Mauricio Peña
17/04/2024
 Actualizado a 17/04/2024
| MAURICIO PEÑA
| MAURICIO PEÑA

Pocos elementos de la vida cotidiana de la ciudad provocaron más leyendas urbanas que las esculturas... o realidades. Ha pasado de todo, pero la mirada de uno de los hijos de Amancio a la joven que toma el sol a su sombra puede ser de las que desate la imaginación de un lugar que ya vivió una situación similar, al menos eso cuenta la leyenda, y que requirió hasta la intervención del todopoderoso obispo Almarcha.

Cuentan, y hacen bien que el invierno es largo y propicio a las historias de filandón, que la Inmaculada miraba desde su plaza a Guzmán en la suya con una atención parecida a la que muestra la escultura de Amancio con la joven que disfruta de la seguramente merecida siesta. Pues el que mandaba entonces, Almarcha, ordenó que se girara a la Virgen en su pedestal para que el populacho detuviera sus maledicencias. Lo que ocurre es que los obispos ya no son lo que eran, me parece a mí ¿Quién es hoy la autoridad competente? Si hubiera gobernador sería otra cosa, pero un subdelegado no creo que mande gran cosa, si ya en el nombre lleva un sub que te da menos autoridad que valor a una moneda de tres euros con la cara de Franco.

Y así crecen las leyendas. Que si Gaudí no es Gaudí sino un retal que sobraba en Oviedo de Clarín; que si la escultura de la plaza de la Catedral es un maniquí de El Corte Inglés; que si la familia de la Pícara la encargaron ni siquiera sobre plano sino sobre un folio que un amigo le escribió al artista. Y ya no te cuento lo que cuentan de la conversación entre los personajes de las Cabezadas en San Isidoro...

Que nada de lo que cuentan será verdad, como si lo fuera lo que dicen en las ruedas de prensa.

Tú mira la foto e imagina lo que te de la gana, que estos obispos de ahora no mandan nada.    

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