El abuelo suda solo de pensarlo

La última de La Nueva Crónica

Fulgencio Fernández y Mauricio Peña
18/04/2024
 Actualizado a 18/04/2024
| MAURICIO PEÑA
| MAURICIO PEÑA

Tuve un día la feliz idea de llevar a mi vecino, ganadero de toda la vida, hasta el hoy llamado Museo de  los Pueblos de León, entonces Etnográfico, en Mansilla de las Mulas. «Te va a gustar», le dije mil veces, tal vez poniendo el listón demasiado alto. 

– Las cosas vuestras, las de toda la vida.

– ¿Qué son las cosas nuestras? Si son nuestras tampoco serán tan buenas, si fueran buenas serían de Mario Conde (era el que estaba de moda como rico). 

No salíamos «de la patá» y no se intuía el entendimiento, pero solo en las conversaciones en camino, al llegar allí estaba seguro de que la nostalgia y los recuerdos le ablandarían, le harían entrar en razón. Al menos eso creía yo, muy optimista. 

Seguro que aún se acuerdan los trabajadores del Museo de él. Nada más entrar y empezar a ver trillos, arados, forcaos, molinos, guadañas y carros con armantes entre otras lindezas no se le despertó nostalgia alguna, tan solo dijo «os» y salió como el tío los mixtos. ¿Esto me traes a ver? Como se nota que nunca te levantaron a segar al amanecer. 

Y empezó a sudar solo de pensarlo, mientras yo, como los niños de la foto, jugaba con  aquellas cosas tan bonitas.

Menos mal que el bacalao de Marcelo arregló el entuerto, aunque todavía le cuenta a todo el mundo que le llevé a ver  guadañas.

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