Santiago Trancón: "Hay que crear un modelo territorial equilibrado, no por razones históricas"

El leonés expone los principios sobre los que se asienta el nuevo partido nacional presentado recientemente, Centro Izquierda Nacional, del que es fundador

I. Herrera
31/10/2016
 Actualizado a 14/09/2019
Antonio Robles y Santiago Trancón, en la presentación del nuevo partido en esRadio. | ESRADIO
Antonio Robles y Santiago Trancón, en la presentación del nuevo partido en esRadio. | ESRADIO
El discurso del leonesismo –como el de cualquier regionalismo o nacionalismo– es, a su modo de ver, «romántico» y «trasnochado». «Yo tengo mil señas de identidad, soy leonés, soy escritor, poeta, ahora político, padre... y la mayoría de cosas me unen a mis semejantes, no me separa». El discurso de Santiago Trancón (Valderas, 1947) es el que defiende Centro Izquierda Nacional (CINc), un partido de ámbito nacional de nueva creación del que es miembro fundador y que nace con el objetido de «tomarse en serio los valores de la izquierda tradicional» al mismo tiempo que defiende «la defensa de la Constitución, de la nación y de la soberanía nacional».

Trancón se lanza a la aventura de la política ante un panorama de frustración, de rabia, de no encontrar ningún partido que se comprometa. Y es precisamente eso lo que CINc quiere ofrecer a los ciudadanos. Se definen como partido de izquierdas, pero moderados, de ahí que su denominación se abra con la palabra ‘centro’. Y el ‘nacional’ responde a esa idea de «no trocear la nación». «No queremos engañar a nadie, en el nombre hacemos una declaración de intenciones», explica el valderense.

Los problemas sociales no se pueden solucionar sin abordar antes los problemas institucionales, están unidos  Una de las primeras cuestiones que plantea esta nueva formación es la necesidad de solucionar los problemas institucionales de este país, pues será la única manera, entienden, de poner remedio a los problemas sociales. «Ambas cosas van unidas, y la influencia del nacionalismo ha sido nefasta en este aspecto, somos el único país que cuestiona su propia existencia».

Admiten, es más, consideran imprescindible, reordenar el poder del Estado estableciendo niveles escalonados, pero dependientes unos de otros y no unos contra otros, para lo que proponen definir las competencias de cada uno de estos niveles con coherencia, sin duplicidades. «Al no haber claridad en cuento a las competencias, las autonomías han tomado la delantera, y no puede ser, las autonomías deben tener un poder totalmente supeditado al ámbito nacional», expone.

Hay que promover una reforma de Estado «muy profunda» en la que no dudan en sacrificar al Senado, y hay que revisar el mapa de las autonomías,«la deriva en la que hemos entrado a partir de la estructura autonómica es demencial y no se puede mantener, y además tiene consecuencias para el bienestar social».

La revisión del mapa de las autonomías no se puede hacer en ningún caso usando un razonamiento histórico Esta revisión del mapa autonómico ha de establecerse en base a algún criterio para crear unas ‘fronteras’ equilibradas, que ha de ser, según plantean, de tipo poblacional o de producción, pero en ningún caso «usando un razonamiento histórico predemocrático, porque ese es el terreno de la tribu, el terreno de los sentimientos, superado por el mundo moderno».

El independentismo catalán, o a menor escala el leonesismo, es «una guerra de superioridades que no vale para nada, yo lo que necesito son infraestructuras adecuadas que permitan a un señor del Bierzo llevar su producción al otro lado de España, no alimentar esas fantasías de ser diferente».

Política de la dignidad


Santiago Trancón manifiesta su preocupación por la política actual, «una política como reino de la mentira, del engaño, de la manipulación». Y sostiene que todo eso debe ser desterrado para defender una política «de la dignidad y de la verdad», otro de los principios ideológicos que recogen los estatutos de Centro Izquierda Nacional, «los partidos hoy se han convertido en sectas, en castas, en clanes, que sólo defienden sus intereses, nosotros queremos poner por encima el interes general». Un primer ejemplo, añade, es que CINc ha desterrado «la estructura caudillista» que presentan el resto de formaciones. «Nosotros tenemos una estructura de Consejo Nacional y una Asamblea Nacional, hay un grupo de gentes que asume la dirección, personas que, en cada momento, se responsabilizarán públicamente de cada tema, pero no hay una figura que absorba todas las responsabilidades del partido como sí pasa en Podemos, en el PSOE o en el PP; hay que hacer partidos con nuevas ideas y con nuevas estructuras».

El independentismo catalán, como el leonesismo, es "una guerra de superioridades que no vale para nada" Por otra parte deja claro que éste no es un partido de «gente rebotada, somos un partido de gente experimentada y con trayectorias bastante coherentes que queremos ofrecer ideas nuevas». La ciudadanía, asegura, «quiere escuchar cosas distintas, quiere las cosas claras, como que Cataluña está en un proceso antidemocrático». Y reflexiona Trancón sobre la democracia: «Están creciendo cada vez más los antidemócratas, hay que aprender a ser demócratas; la democracia es un juego de liberación donde nadie trata de imponerse sobre otro, es precisamente lo contrario. La idea de asaltar el poder es un absurdo antidemocrático, el poder está solo en la mayoría. Hay que devolver a la palabra democracia la capacidad que tiene en su vínculo con la verdad, creer en la claridad de las ideas y en la coherencia de los actos, en la fuerza de los hechos y no de la ideología que los acompaña. La verdad es un bien público, defendible, es un bien común, y ahora la mentira se ha adueñado de la política siendo lo más contrario al sentido de la política».

Un pequeño núcleo de seguidores de CINc trabaja ya en la constitución de una agrupación en León Este partido cuenta ya con un «pequeño núcleo» de seguidores en León que están constituyendo una agrupación para ir acercando a los leoneses «la realidad de lo que queremos». Exponerles que «la administración del Estado en este momento es un galimatías que no prima el trabajo de los funcionarios sino su adhesión política». Ellos defienden que lo de ha de primar es el mérito, la capacidad, y que urge acabar con el clientelismo, como urge también poner fin a los recortes en los servicios sociales y seguir buscando la austeridad en los gastos supérfluos.

Trancón cree que una mayoría de la población española se siente de izquierdas y consideran que sus posibles votantes podrían venir de diversos sectores, aunque deja muy claro que «los votos no son de los partidos, son de cada ciudadano, del que los emite». Pero si tuviera que buscar el desencanto entre otros partidos, cree que hay gente del PSOE que desconfía porque un día abogan por un estado federal y otro defienden la unidad de la patria, o gente de Ciudadanos «porque nació como un proyecto nacional pero ya está desvariando», y gente también del PP «que hay moderada y que está viendo que ese partido ha creado una desigualdad social». A su juicio, «lo mires por donde lo mires creo que hay una mayoría de españoles que tienen que prestarle al menos una simpatía inicial a Centro Izquierda Nacional, luego que nos exijan, hay espacio para que un partido como el nuestro ocupe un lugar y empiece a hablar de cosas de las que nadie quiere hablar».
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