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Veinticinco apellidos catalanes

29/04/2015
 Actualizado a 16/09/2019
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Catalonia is not Spain. He aquí la diferencia: el 87,2 de los catalanes tiene apellidos que no proceden de Cataluña. Los 25 primeros apellidos más comunes en Cataluña son los mismos que en el resto del ‘Estado Español’. Da igual que hablemos de Gerona o de Tortosa. En el último censo publicado en 2015 hay 170.614 catalanes cuyo primer apellido es García, el segundo más común es Martínez, con 119.026, le sigue López con 114.235, Sánchez con 102.896 y Rodríguez, el quinto, con 99.982. Así hasta 25. Vila, el primero de origen catalán, lo tienen 18.021 personas y ocupa el puesto 26. El apellido Pujol aparece en el 54, con 11.178 personas. Ferrusola apenas lo tienen 118 personas. Junqueras y Maragall no figuran entre los 5.000 primeros.

Los pata negra, de pura enjundia y médula catalana, son, por tanto, una minoría. No debe extrañarnos que el catalán no sea hoy la lengua más hablada en Cataluña, sino el español, y eso a pesar de la inmersión lingüística (¿el niño que no habla en catalán se ahoga?), las multas por no rotular en catalán, la propaganda y presión asfixiante, etc. ¿Cuál es la diferencia con el resto de España? Que esa minoría, esa reserva étnico-genealógica, ocupa todo el poder en Cataluña. Los representantes políticos, los medios de comunicación, los dueños de empresas, las instituciones, los espacios culturales, administrativos y de control social, todos están dirigidos y dominados por esa minoría de alcurnia y fidelidad estrictamente catalana. Repasen la lista de los apellidos que figuran al mando de estos organismos. Si se topan con algún apellido ‘impuro’, verán que su nombre está ostentosamente catalanizado: Jorge será Jordi, Manuel Manel, Luis Lluís, etc.

Conclusión: la mayoría de la sociedad catalana, la de los 25 apellidos, no está representada ni presente en los espacios de poder. No hace falta acudir a otros criterios para comprobar que Cataluña está dominada hoy por una minoría que, para afianzarse y autoprotegerse, se ha vuelto independentista.
No hay mezcla más peligrosa que la creencia en la singularidad racial (este es el fondo de toda endogamia genealógica), con el poder económico y político. Que la mayoría de catalanes (tengan el apellido que tengan) se dejen dominar y someter a los intereses de esa minoría, eso es lo verdaderamente singular de Cataluña.
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