Los mundos de Yuri

No puedo imaginar las historias que viajan en el avión de la cabeza de uno cuando sobrevuela continentes de regreso y se siente así, volando, pero sobre miles de ojos que se aúpan para aplaudir esa vuelta a casa. Así imagino a Yuri, el exjugador de la Ponferradina que ahora vuelve a formar parte del sueño bicolor, haciendo el viaje inverso que le llevó a China hace un año, lo suficiente para que la distancia pusiera en valor el echarse de menos. El Toralín se ha acordado del brasileño cada jornada casi, siempre con frases condicionales y sembrándose a sí mismo de ilusiones al lado de la hierba nueva. Manido sería tratar su vuelta como la del hijo pródigo, pero tienta. Porque el brasileño se ha envuelto, sin pretenderlo, en un papel de regalo de Reyes encantador y huele tan bien… a esperanza, a ‘segunda’, ahora sí. La responsabilidad está en la línea de penalti con De Souza en la portería. Allí se cuece lento el éxito o la agonía, pero no mentemos al demo, que tiempo habrá de vivir sensaciones de colores a partir del ahora que nos trae nuestro brasileño más berciano.Yuri desembarca con sus mundos como ese recuerdo de la infancia que siempre es bienvenido y que se queda ahí, a la espera de salir a abrazarnos cuando las cosas están comsi consa. La Ponfe está ahora más del lado del comsa, pero con ese miedo a ver que las cosas pueden ir bien que no le deja sumarse al vuelo en el que volvía De Souza. Regresaba en el Blue Monday de 2017-los matemáticos baremaban el día 16 como el más triste del año (ilusos)-. No se esperaban que la equis valiera un Yuri en esa ecuación en la que ese detalle cambiaba de lleno el sino final de la suma. De blue nada eminencias de los números. La afición lo llamará el «Yuri Segunda Feira». Ojalá el destino hable brasileño.