"En Colombia supe que nada volvería a ser igual"

David Flecha inicia el martes la aventura de su vida, recorrer como mochilero 25.000 kilómetros desde Argentina a Alaska a favor de una fundación contra el cáncer infantil

Fulgencio Fernández
15/01/2017
 Actualizado a 19/09/2019
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Entrenar en Colombia, vivir allí, compartir su vida, me marcó. Entrenabas a unos chavales pero sabías que uno venía de la famosa Comuna 13 de Medellín, otro había vivido aquella masacre que fue la Operación Orión, uno había estado un año cortando plátanos y eso comía, plátanos... Era otro mundo. Y era, a su vez, ese mundo del que se habla, el del realismo mágico, en el que es muy complicado saber lo que es real. Es muy duro, pero fue la experiencia más bella y fascinante de mi vida». Lo cuenta David Flecha, Flechina de Robledo de Torío o de Argovejo, según luchara en la Ribera o en la Montaña y también un judoka de élite, internacional con España.Y como judoka llegó a entrenar en Colombia, en la zona de Antioquía, a la que pertenece la convulsa ciudad de Medellín, y descubrió que el mundo podía ser de otra manera, que lo era. Que para aquellos chavales que unas zapatillas era un lujo le enseñaron otros valores, a distinguir lo realmente importante...

Y supo que en ese tiempo, en el que dejó el deporte decompetición, algo había cambiado en él para siempre. Era otro Flechina, por más que no se le borrara esa sonrisa tan suya porque, explica, «pese a que fue una aventura con vivencias muy fuertes tengo que reconocer que fui feliz allí».

Entre las gentes que conoció estaba Paco Arango, presidente de la Fundación Aladina , que lucha contra el cáncer infantil.

A David Flecha, por otra parte, siempre le había gustado la aventura. «Nunca fui de pasar las vacaciones en los destinos turísticos, en las playas, yo me pasaba un mes en Tailandia, California o la Selva Negra, con mi mochila. Siempre fui un mochilero».

La aventura preside el viaje, si surge la posibilidad de subir a un pesquero lo haréY al acabar su contrato en Colombia y regresar «con otra cabeza»fue tomando forma el proyecto que arranca este mismo martes, día 17. Recorrer 25.000 kilómetros de aventura, de mochilero, desde la tierra que más le gusta, Hispanoamérica, y Alaska. El punto de partida está en Argentina, concretamente en Tierra de Fuego. Yademás con un componente solidario, la Fundación Aladina. «La colaboración con la Fundación tiene dos vertientes. A través de la repercusión que tenga mi viaje hacer publicidad del modélico trabajo de esta Fundación que lucha contra el cáncer infantil;y también recaudar fondos a través de patrocinadores y yo iré grabando el viaje, no hay que olvidar que Arango es productor de Televisión. Y la última fase del proyecto coincide con los 40 últimos días del viaje, en el que se realizará una campaña de crowdfunding que espero que funcione muy bien, pues mis gastos son mínimos, de mochilero, e incluso no descarto trabajar allí donde pueda para pagarme mis gastos».

David Flecha ha hecho «los cálculos que se pueden hacer en estos casos» y calcula que la aventura durará alrededor de ocho meses. «Ten encuenta que lo que sí pretendo es disfrutar de aquellos lugares que recorro y dejar campo para la aventura. Quiero decir, que si llegó a Panamá, por ejemplo, y surge la posibilidad de embarcarme en un pesquero no la voy a descartar, la aventura tiene que estar muy presente para darle contenido al viaje, a las grabaciones y a las historias que vaya colgando en la página Acuérdate de Viajar».

Reconozco que hay noches que me despierto asustado de lo que voy a hacer Y hay otras premisas en este viaje que tampoco son negociables, como el atravesar la zona en la que fue seleccionador de judo, Antioquía, la ciudad de Medellín. «Me hace mucha ilusión volver allí, dar a conocer a aquellos chicos, mostrar su vida y sus valores. Yellos también están emocionados desde que saben que voy a ir por allí, fue una relación muy especial y va a ser muy emotivo, lo espero con muchas ganas». Y, añade, «allí, con estos chavales, me di cuenta de que sirvo para entrenar, creo que soy bueno y se que con el tiempo volveré a este deporte que me ha dado muchas cosas, me ha permitido convivir con una gente muy especial, y en el que estoy convencido de que no llegué más arriba, no logré otras metas, porque no tengo un espíritu muy competitivo, altamente competitivo, a mi no me sale, por ejemplo, protestar una decisión».

Doy fe de ello. Lo he visto muchas veces, todo lo solventa con una sonrisa y tendiendo la mano al rival.

David Flecha pasa los últimos días en León. El martes se inicia la aventura. Han sido muchas horas al ordenador planeando la ruta, cada etapa... «pero los imprevistos nunca están en un ordenador».

- ¿Nunca te ha dado miedo una aventura así, 25.000 kilómetros, ocho meses, muchos países, algunas tierras ‘complicadas’...?

- Te voy a ser muy sincero. Tengo muchas ganas de iniciarla, de verme en Tierra del Fuego, en Ushuaia, pero también es cierto que me he despertado muchas noches pensando en tantas cosas que pueden suceder... Pero me puede el espíritu de aventura, tengo ganas de coger la mochila.

Esa mochila en la que lleva lo indispensable, algo de ropa para arrancar, la cámara, el ordenador, el móvil y un aparato para orientarse. Yese espíritu de gran deportista que jamás le vuelve la cara a nada y que cuando vienen mal dadas sonríe pensando que todos los días amanece y cada amanecer es una nueva oportunidad.
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