El ‘Guernica’

Hace 80 años que Pablo Ruiz Picasso terminó de pintar el ‘Guernica’, y 25 que llegó al Museo Reina Sofía de Madrid. Y, para conmemorar sendas efemérides, en el centro se encuentra abierta hasta el 4 de septiembre una exposición que tiene muy buena pinta…

Creo que ya te he dicho en alguna ocasión que me cuesta entender el arte –y más cuanto más reciente–; pero, aun así, esta obra da mucho que pensar… Búscala en internet y dedícale unos segundos…

¿Qué te parece? Ya sabes que este estilo enamora a unos y no gusta nada a otros; pero, oye, cuando los expertos dicen lo que dicen, será por algo, ¿no? De todas formas, descuida, que no vamos a discutir…

A principios del año 1937, en plena Guerra Civil, el gobierno español –el legítimo, claro, el republicano– le pidió formalmente a Picasso colaboración para su pabellón en la Exposición Internacional que se celebraría en París en mayo de ese mismo año.

El pintor malagueño, que había sido nombrado meses antes director del Museo del Prado –aunque nunca llegó a tomar posesión del cargo– aceptó la invitación. Y se adhería así, sin género de dudas, a la causa republicana; al fin y al cabo, el gobierno trataría de aprovechar la exposición parisina para buscar apoyos ante el golpe de Estado sufrido en julio de 1936.

El encargo, un enorme cuadro de más de 7,5 metros de largo por 3,5 de ancho, tardará unos meses en materializarse. Es más, si Picasso –que debía de pasar entonces por una mala época a todos los niveles– tenía entonces alguna idea, la dejará a un lado al enterarse de que, el 26 de abril de 1937, los sublevados habían bombardeado la localidad vasca de Gernika…

El ataque aéreo le sirvió de inspiración al pintor que, en poco más de un mes, había terminado la obra. El resultado ya lo conoces… Y, ochenta años después, sigue habiendo teorías e interpretaciones de todo tipo… Dolor, sufrimiento, tormento… pero ni una sola referencia explícita al bombardeo de Gernika… más allá del título. Vamos, que bien podría servir para representar cualquier otra guerra, o una catástrofe, incluso hoy en día y a miles de kilómetros. Y, si me apuras, hasta sentimientos. Qué complejo es el arte, oye…