27 de Enero de 2024

Se nota la luz,
susurró mi madre,
después de Reyes,
al expirar el mes,
por San Armando.
La luz que enardece la raíz,
la simiente,
el establo silencioso.
Y al anciano en su hueso
frágil y tiznado.
En los campos de León
un fulgor de cobre
y en mi corazón,
con permiso de la hija,
promesas,
un indulto de cielos soñados.