Alucinante lo del séquito con el que se presentó ayer en Ponferrada el presidente de Cabo Verde. Al final aquí vamos a ser ahorradores. Eso sí que es un séquito y no lo que llevan algunos cargos para que les sujeten el abrigo en los eventos. ¡Qué despliegue de recursos humanos y materiales! Los coches no cabían en la Plaza del Ayuntamiento. Los mirabas y pensabas con quién está enemistado Cabo Verde para que tomen tantas precauciones, pero luego el presidente se dedicaba a saludar a los cabobercianos que le salían al paso... y los presuntos guardaespaldas también.