26 de Enero de 2022
«Cuando vengas a Madrid chulona mía, voy a hacerte emperatriz de Lavapiés», canta el famoso chotis de Agustín Lara. Madrid, Madrid, Madrid. La ciudad de las promesas y el destino de tanto talento que escapa del resto del país. ¿Qué tiene la gran ciudad? ¿Amada u odiada? ¿Romantizada o aborrecida?

Hace unos días el colectivo Jóvenes de Castilla y León publicaba que la comunidad ha perdido la mitad de su juventud en catorce años: si antes había 90.000 personas ocupadas menores de 25 años, ahora hay menos de 46.000. ¿Estarán todos en Madrid? Espero que no. Aunque si tengo que hacer la equiparación con la cantidad de amigos que se fueron a la gran ciudad y no han vuelto, puede que ahí sí me salgan las cuentas. ¿Está idealizado el lugar de las (nuevas)oportunidades? O es que toda la información que recibimos nos obliga a girar siempre la cabeza hacia Madrid.

La última viene por parte de la televisión privada de Castilla y León, que ha abierto una delegación en la ciudad. No es nada que debería llamar la atención, —Canal Sur, TVG o EITB, por ejemplo, también tienen a unos cuantos trabajadores en la capital—, aunque la noticia sí que levantó ciertas ampollas, sobre todo en las redes sociales. Tras bromear sobre la verdadera descentralización de la comunidad o si ‘Me vuelvo al pueblo’ ahora será desde la sierra madrileña, queda un espacio para la reflexión. ¿Será que existe cierto hartazgo por mirar siempre hacia Madrid? ¿Nos sentimos con la obligación de dirigir nuestra atención hacia el ombligo de España?

Un programa de esta cadena se trasladará al estudio de la capital para conseguir las opiniones de los más mejores expertos que, desde otras experiencias, aconsejen y ayuden a gestionar esta tierra que, ahora mismo, se encuentra sumida en un festival de palabras y promesas que quieren atender a todas las necesidades de sus provincias. El primer invitado a la tertulia ha sido José Luis Martínez-Almeida, regidor de la citada urbe de los sueños. Quizá él tenga la clave de todo esto.

Una vez más, Castilla y León emigra hacia Madrid, aunque con esto a más de una le entren ganas de volver al pueblo.