Una mujer de 35 años y su hija, de sólo siete, fallecieron ayer en el Hospital de León debido a las heridas causadas en el atropello que sufrieron en la noche anterior en el barrio de La Palomera, cuando fueron arrolladas en torno a las doce y media de la noche por un vehículo que circulaba a alta velocidad.
La ciudad guardará tres días de luto por el fallecimiento de sus dos vecinas, que habían salido a pasear a su perro y circulaban tranquilamente por la acera cuando, al salirse en una rotonda de la Avenida de la Universidad, el vehículo se fue contra ellas, llevándoselas por delante y acabando con su vida.
El suceso, que se cree está relacionado con las carreras ilegales, ha conmocionado a la ciudad. Desde el Ayuntamiento, el alcalde ha anunciado medidas inminentes para que una tragedia así no se vuelva a repetir; mientras que desde la Policía han señalado que se incrementarán los controles y se vigilarán más esas conducciones temerarias.
A día de hoy, como pueden imaginar al ir en esta columna de opinión, todo es ficción. Pero cualquier día, algo así volverá a salir pero unas páginas atrás, en local, porque será realidad. Hace un mes se anunciaba una mayor presencia policial en esa zona, pero a día de hoy, como siempre desde hace años, casi la mitad de las noches se oyen en esa zona los frenazos y acelerones de los coches con sus carreras. El milagro es que aún nunca haya sucedido nada. Cuando pase, llegarán los lamentos.
La ciudad guardará tres días de luto por el fallecimiento de sus dos vecinas, que habían salido a pasear a su perro y circulaban tranquilamente por la acera cuando, al salirse en una rotonda de la Avenida de la Universidad, el vehículo se fue contra ellas, llevándoselas por delante y acabando con su vida.
El suceso, que se cree está relacionado con las carreras ilegales, ha conmocionado a la ciudad. Desde el Ayuntamiento, el alcalde ha anunciado medidas inminentes para que una tragedia así no se vuelva a repetir; mientras que desde la Policía han señalado que se incrementarán los controles y se vigilarán más esas conducciones temerarias.
A día de hoy, como pueden imaginar al ir en esta columna de opinión, todo es ficción. Pero cualquier día, algo así volverá a salir pero unas páginas atrás, en local, porque será realidad. Hace un mes se anunciaba una mayor presencia policial en esa zona, pero a día de hoy, como siempre desde hace años, casi la mitad de las noches se oyen en esa zona los frenazos y acelerones de los coches con sus carreras. El milagro es que aún nunca haya sucedido nada. Cuando pase, llegarán los lamentos.