El equipo de Leilei Gao

28 de Diciembre de 2019
Si todos los bercianos se han comido un botillo el día de Navidad, aún nos queda la esperanza de un mundo mejor. Y si hablamos de esperanzas, las del Bierzo se vienen midiendo en los últimos tiempos en vídeos virales, como el protagonizado por Leilei Gao, el jugador chino de la Ponferradina que se ha ganado el corazón de los bercianos sin haber marcado todavía un gol, sin haber jugado más que algunos minutos con la camiseta blanquiazul, sin haber dado alegrones deportivos a la afición. Leilei Gao es el recién llegado al Bierzo, deslumbrado por sus paisajes, agasajado por su gastronomía, pero sobre todo, abrumado por la cantidad de abrazos sinceros que los paisanos de esta tierra son capaces de dar al visitante, hasta que consiguen integrarlo, hacerlo no ya un lugareño, sino un pariente, un familiar.

Recorren ya el mundo virtual las imágenes del futbolista en las Médulas, en el Camino de Santiago, en el castillo de Ponferrada y en tantos otros escenarios de este despampanante Bierzo que regala sorpresas a cada paso y hace de la hospitalidad bandera. El jugador, como le ha pasado a otros anteriormente, podrá convertirse en un berciano más si así lo desea y pasar aquí el resto de sus días si le apetece. El Bierzo es China y China es el Bierzo en este mundo de la globalización, un fenómeno que ya conocíamos antes de la llegada de internet, cuando el mundo entero se dividía entre buena gente y mala gente. Leilei Gao forma parte del equipo de nuestros amores, sí, pero también del primer equipo, el de la buena gente.

Nos dicen, y algo habrá de verdad, que en Leilei Gao se está experimentando una curiosa e inesperada transformación física desde que se ha asentado en el Bierzo. Cada día, cada minuto que pasa, se parece más a Prada a Tope. Ambos juegan en el mismo equipo.