No debe de ser nada sencilla la tramitación administrativa para la puesta en marcha de los tan deseados parques comarcales de bomberos, una infraestructura prometida hace años a los leoneses y que sigue sin entrar, de momento, en funcionamiento. El actual equipo de Gobierno se encontró con la sorpresa de que, a su llegada al Palacio de los Guzmanes, parte del trabajo que había sido realizado en tiempos del Partido Popular no se adaptaba a la normativa de la Junta de Castilla y León, que sigue esperando por su aprobación definitiva. Por tanto, no debe de ser sencillo el desarrollo administrativo interno en la institución provincial y menos aún si se ven obligados a complementarlo con la normativa autonómica. Las nuevas contrataciones y su adaptación a la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Loca componen una de las grandes dificultades. En cualquier caso, en el pleno celebrado ayer en la Diputación se adquirió el compromiso de poner en marcha alguno de estos parques a lo largo del presente año, algo que sería una buena noticia a pesar de que llegue con mucho retraso, puesto que los parques comarcales de bomberos no sólo dan seguridad y garantizan los mismos a los habitantes de la ciudad que a los de los pueblos, sino que además deben ser también generadores de empleo en el medio rural.