Pocas medidas en la lucha contra el fuego resultan efectivas cuando hay que combatir a desalmados que no tienen conciencia y que pretenden llamar la atención y causar el mayor daño posible. Pocas normas de tráfico, pocas precauciones, sirven de algo para proteger a los motoristas cuando algunos de ellos, unos pocos, se las saltan todas y además de ponerse en peligro a sí mismos ponen en peligro al resto de las personas que circulan por las carreteras.Casi la mitad de los muertos que han registrado las carreteras leonesas en lo que va de año eran motoristas: cinco de once. La cifra resulta verdaderamente preocupante, por más que no se la pueda considerar un hecho aislado y vaya en la misma línea que la macabra media nacional.La provincia de León cuenta con infinidad de carreteras que son especialmente recomendables para los motocilistas, carreteras que transcurren por hermosos parajes, muchos de ellos de montaña y que, precisamente por eso, presentan trazados especialmente peligrosos. Además de todas las medidas de seguridad necesarias, resulta fundamental que los conductores, tanto los de las motos como los del resto de vehículos, extremen las precauciones para conseguir el objetivo de reducir el número de accidentes y, por consiguiente, también el de víctimas. Bicis y motos son los vehículos más vulnerables de cuantos circulan por nuestras carreteras y, por ello, merecen una atención especial, una atención especial que tiene que empezar por quienes se suben a ellas.