A los ayuntamientos se nos trata como si fuéramos menores de edad, como si siempre tuviéramos que estar tutelados». La frase es del alcalde de Villablino, el socialista Mario Rivas. La dijo ayer en una rueda de prensa en la que le acompañaron otros regidores de municipios situados en cuencas mineras, miembros de la Asociación de las Comarcas Mineras (Acom). La cercanía de las elecciones hace que nadie se quiera perder una fotografías y a los alcaldes mineros no les gustó enterarse por la prensa de que se había celebrado una reunión entre Junta, sindicatos y empresarios para abordar la reindustrialización de las cuencas. En realidad, la convocatoria de esa reunión, a la que no acudió representante alguno del Gobierno aunque estaban citados, tenía como principal objetivo apaciguar los ánimos después de las últimas manifestaciones, especialmente de la celebrada recientemente en La Robla, en la que la situación de los municipios mineros cobró especial protagonismo, como es lógico... y como lógico sería también contar en ese encuentro con los alcaldes de los municipios mineros, que tienen toda la razón en sus críticas a los sindicatos por no haberles citado a ese encuentro. Lo cierto es que el papel de los sindicatos en la crisis minera es más que discutibles, pues han estado presentes en las mesas donde se han tomado las grandes decisiones y su prioridad ha sido asegurar prejubilaciones y jubilaciones por encima del futuro de un territorio sin el que no se puede entender esta provincia.