Los carriles dedicados a bicicletas son uno de esos elementos que nunca suele faltar en los programas electorales. Demostrando una total falta de imaginación, los candidatos se suman a todo aquello que puedan vestir de ecología y que aporte fotografías. En los pueblos, se suele apostar por un polígono industrial, con los años abandonado.... también.En las ciudades los carriles bici están en todas las ‘cocinas’, aunque los ingredientes sueltos no hacen una receta mínimamente digna. Cada equipo de gobierno que ha pasado por el Ayuntamiento de León ha puesto en marcha una nueva red de itinerarios para bicicletas, ese vehículo que cuida del medio ambiente y de nuestra salud... sólo si se respetan las normas. La inmensa mayoría de esos carriles-bici están aislados del resto (claro ejemplo es el que recién creado en Ordoño II) y resulta verdaderamente peligroso intentar viajar por el desierto de oasis en oasis. Ahora, el gobierno socialista se propone construir otros 15 kilómetros de itinerarios ciclistas para conectar los que ya existen, una idea que tiene todo el sentido común que ha faltado hasta ahora. Completar el anillo verde que rodea la capital leonesa sería un punto de inflexión para apostar de verdad por las políticas de movilidad, que tienen que responder a un proyecto global y no a iniciativas tan aisladas como nuestros carriles-bici.