El Día de la Hispanidad cobró ayer especial relevancia al coincidir con los días cruciales del desafío independentista lanzado por las autoridades catalanas, que pone en solfa precisamente la unidad y la integridad territorial de nuestro país. Más banderas de España que en otras ocasiones, más fervor en desfiles y concentraciones y un mayor reconocimiento si cabe a la labor que cada día desempeñan las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Y ello se debe en primer lugar al perseverante trabajo que desarrollan y que se traduce fundamentalmente en sucesivos descensos de la criminalidad y la delincuencia en la provincia de León y también en el conjunto del país. Pero este año ese reconocimiento ha de interpretarse también desde el punto de vista del órdago secesionista de Puigdemont y de la reforzada presencia de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en Cataluña. Siguiendo las órdenes de jueces y fiscales y bajo la tutela del Gobierno de España, los agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional han trabajado con su habitual profesionalidad a la hora de mantener el orden constitucional y la unidad de España. Y lo han hecho con perseverancia y templanza pese a haber sufrido algunas situaciones humillantes. Es por todo ello necesario poner en valor el apoyo y el agradecimiento de toda la sociedad a aquellos que arriesgan su integridad física para proteger la de los demás y que se convierten en garantes de una seguridad que es primordial en cualquier sistema democrático.