07 de Junio de 2015
Ya tenía ganas de que vinieran los asturianos (Letizia no, los otros) con sus cosas y sus formas de contar, que nos sacaran de esta modorra electoral.

El paisano llegó a La Pradera de Fontún por el libro:Sombrero, gafas de sol, camisa atada abajo luciendo pelambrera arriba, cristo de oro, pantalón semicorto que llegaba a 10 centímetros de los calcetos para dejar sólo a la vista una variz o dos, sandalias y cachaba. Ycantando. «Porque aquella tarde diba a torear /aquel aldeanu de cerca Limanes / que come avellanes / en sin descascar». Iba solo.

- Una cerveza muyer.

- ¿Tercio o quinto?

- Nun se, la que traiga más.

Y le sonó el móvil «¿Y esti número tan llargu? Aberrunto pufo. Dígale a Jandro que ya ta a la escucha».

Escucha un rato y sólo pregunta de vez en cuando:«¿Diz que llama del banco?».

Posa el teléfono, deja al interlocutor hablando solo, toma un trago largo, come la tapa, se cala el sombrero y coge el movil otra vez.

- ¿Sigue ahí?Pues tome nota. Estuve consultando con el mío asesor y me dice:Que ingresar cuando esté enfermo y en el hospital, no en el banco;que usté si quier dinero le voy a ofrecer dos posibilidades:Una, arrancarlo en la mina, como fizo el mío padre;o pescarlo en ese prau grande agua que le llaman la mar, como fizo el mi güelu. Ypor mi parte, que vaya a tomar pol culo».

- Muyer, un tercio. Y siguió cantando.