"Se ve más humanidad y a la gente muy concienciada, hay máxima colaboración"

José Luis Ferreira y Petronilo Cabezas, enfermero y conductor del Autocovid, relatan su experiencia durante estos días tomando muestras

Jesús Coca Aguilera
27 de Abril de 2020
José Luis Ferreira y Petronilo Cabezas, enfermero y conductor con el vehículo utilizado. | J.C.
Petronilo Cabezas, conductor de ambulancias de Samur León, y José Luis Ferreira, enfermero, se han pasado las últimas semanas de la epidemia del coronavirus recorriendo la provincia leonesa y tomando muestras de PCR en uno de los Autocovid de Atención Primaria.

Muchas horas juntos, situaciones muy diversas con gente que sufre síntomas o con pacientes de alto riesgo como sucede en las residencias, pero la sensación de que pese a que la situación en la que acuden a ellos no es la mejor su respuesta está siendo extraordinaria.

«Se ve más humanidad ahora, se nota un montón, pero es que además notas a la gente muy concienciada», reconoce Petronilo, mientras que José Luis incide en que «hay máxima colaboración y además la gente es muy agradecida. El test de la PCR es molesto, no es nada agradable, pero al final están deseando hacerlo para saber en qué bando están, si en el positivo o en el negativo».

«La gente está con miedo, intentamos explicárselo todo bien y ser lo más majos y simpáticos posible» De este modo, en los test que realizan a personas sin que estos se bajen de sus vehículos, el procedimiento es el siguiente: «Bajan la ventanilla, comprobamos con el listado ya que han sido citados previamente, hacemos el frotis nasofaríngeo y les damos una pequeña información, como que en un par de días el médico de cabecera entrará en contacto con ellos, y que estén tranquilos, que esperen los resultados y que sigan las recomendaciones que les hagan».

No da margen a anécdotas pues todo es «muy serio», más allá de algún comentario «de hasta dónde le hemos metido el bastoncillo», y todo se realiza en «apenas cuatro o cinco minutos».

Diferente es la situación cuando acuden a las residencias, donde «un par de trabajadores nos ayudan para que todo vaya más rodado» y reconoce que «al final la gente está con miedo, así queintentamos explicárselo todo bien y ser lo más majos y simpáticos posible con todo el mundo».

Aunque eso sí, aún mejor es la respuesta, pues no sólo «nos facilitan lo que pidamos», es que «nos tienen hasta banquetes preparados para picar después, que no podemos porque no sabemos cómo está aquello de contaminado para ponernos a comer, pero ahí está el detalle».

«Están muy agradecidos del trabajo de Atención Primaria, ya les decimos a veces que llamen y se lo digan, que lo agradecerán», apunta José Luis, haciendo hincapié Petronilo en que «la labor que se hace es inmensa. Es ir persona por persona para hacerle la prueba, darnos a nosotros todo el material y todos los utensilios que no nos falta de nada... hay que estar en la calle para verlo».